Chispas entre Aguirre y Gallardón

Lejos de calmarse, el enfrentamiento entre Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón aumenta de temperatura, según reflejan hoy varios periódicos. El último encontronazo que han protagonizado ambos populares fue el pasado martes por la noche, en la entrega de premios de la Federación Madrileña de Asociaciones de Jóvenes Empresarios. Aunque las versiones varían, todos coinciden en que el aire se podía cortar.

Esperanza Aguirre llegó a tiempo para comenzar el acto en la madrileña sala de Florida Park, aunque había anunciado que sólo asistiría a la primera parte del acto, ya que tenía otros compromisos. Probablemente la presidenta de Madrid no sabía que Gallardón, que también estaba invitado, finalmente asistiría al acto, a cuyos organizadores ya había confirmado que llegaría con algo de retraso. El alcalde de Madrid llegó cuando la cena de la fiesta ya había comenzado y él su esposa tenían que acomodarse en la mesa en la que ya estaba sentada Esperanza Aguirre.

La llegada de Ruiz Gallardón se produjo entre un sonoro y cálido aplauso por parte de la concurrencia. Según algunos asistentes, Esperanza Aguirre palideció con esta acogida. Pese a que estaba previsto que Aguirre abandonara el acto, fuentes de la presidencia de la Comunidad afirman que decidió quedarse para que no se interpretara como un mal gesto hacia el alcalde de Madrid.

Según publica hoy el diario El País, la presidenta de la Comunidad pidió a la organización de la Federación Madrileña de Asociaciones de Jóvenes Empresarios, que dirige la sobrina del Rey María Zurita, que le dejaran entregar un premio ya que había decidido quedarse hasta el final del acto. Además, Aguirre se empeñó en entregar el premio al principal galardón al Joven Empresario del Año, Javier Goyeneche, amigo personal de Gallardón, quien según los organizadores iba a entregar el premio por expreso deseo del galardonado. Sin embargo, fuentes cercanas a la presidenta afirman que fue la organización la que hizo esta oferta y que de hecho Aguirre rechazó esta proposición ya que había anunciado que no se quedaría para la entrega de premios. Según El País, la presidenta intrepretó lo sucedido como un mal gesto hacia ella por parte de los jóvenes empresarios y abandonó el acto rodeada por altos cargos de su gobierno, mientras Gallardón puso el broche de oro cosechando de nuevo un caluroso aplauso.