Gallardón aparece en Madrid por primera vez en campaña

El alcalde, que no fue presentado antes de su intervención por un despiste de Ana Botella, comenzó su discurso bromeando: "Dice Ana que se le ha olvidado presentarme; soy Alberto Ruiz-Gallardón", lo que despertó los aplausos y ovaciones de los asistentes, que no dejaron ya de interrumpir al primer edil para aclamarle.

A continuación, reprochó a la izquierda española que haya "monopolizado a veces" la defensa de algunas banderas, "entre ellas la del medio ambiente". "Nosotros nos hemos comprometido siempre a defender los valores maedioambientales, que no son incompatibles con el progreso económico, y representamos un nuevo paradigma energético con políticas más eficaces, más limpias", insistió Gallardón.

Como ejemplo, citó las políticas desarrolladas por sus gobiernos tanto en la Comunidad de Madrid como en el Consistorio de la capital con respecto al transporte público, el empleo de combustibles alternativos o el reciclaje, y resaltó que "ningún partido de España está tan comprometido con el medio ambiente como el PP", añadiendo que las políticas de dicha formación "son las que realmente buscan esa protección en la práctica efectiva, y no con discursos".

Energía limpia

Así, citó que la planta de Valdemingómez situará a Madrid como "el principal productor de energía limpia de toda la Comunidad de Madrid". "Hoy el 4,8 por ciento de la energía eléctrica en Madrid y el 14 por ciento de la de ámbito doméstico se generan aquí, y los porcentajes subirán al 6 y 17,3 por ciento respectivamente con las dos nuevas plantas de biometanización", relató el alcalde, quien antes había guiado a Pizarro en una visita por todas las instalaciones.

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"Ninguna otra ciudad en España genera tanta energía limpia. Este complejo será el mayor de Europa y reducirá en 300.000 toneladas anuales las emisiones de CO2, obteniendo el equivalente energético a 17.000 toneladas de petróleo, es decir, produciendo 85.000 megawatios/hora", continuó. "No somos los dueños del medio ambiente, sólo lo tomamos prestado para trasladárselo a nuestros hijos", concluyó el alcalde, antes de ser despedido por aplausos y gritos de ''`Alberto, Alberto!''.