Saura acusa de "deslealtad" al Gobierno por no apoyar el trasvase del Segre

El presidente de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), Joan Saura, ha acusado al Gobierno de "enorme deslealtad" por no cerrar filas en torno al trasvase de agua del río Segre. Saura ha calificado de "irresponsables" las declaraciones de la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, quien dijo ayer que "el Gobierno se opone a los trasvases de agua que resultan insostenibles desde el punto de vista económico, social y medioambiental", y añadió que "ni hay ni habrá trasvase del Ebro". ICV ha instado al Ejecutivo a formalizar alguna propuesta alternativa para resolver la situación de sequía si no llueve hasta octubre.

Saura ha explicado que el Ministerio de Medio Ambiente no ha presentado ninguna medida para hacer frente a la "situación histórica de sequía", y que en el próximo debate de investidura el diputado de ICV, Joan Herrera, preguntará al presidente del Gobierno cuáles son sus propuestas para evitar las restricciones si sigue sin llover.

El también responsable de la conselleria de Interior ha asegurado que "la gestión por parte del conseller de Medio Ambiente, Francesc Baltasar (ICV), está siendo impecable", y ha señalado que el gobierno catalán propone "soluciones estructurales, como las desaladoras, junto a medidas como la reutilización del agua y la reducción del consumo".

Según Saura, "la responsabilidad del gobierno es que no se llegue a restricciones de agua de boca en ningún punto de Cataluña", razón por la cual "necesitamos prever qué haremos si hasta el mes de octubre no llueve".

El presidente de ICV ha asegurado que el Ejecutivo ha "traicionado al gobierno de la Generalitat en política hidráulica", en la que, asegura, "no se pueden hacer cálculos partidistas, ni negar soluciones".

Trasvases de agua "temporales"

El agua y su abastecimiento se ha convertido en una de las cuestiones que los partidos políticos incluyeron en la agenda electoral. Ante lo que el presidente dela Generalitat, José Montilla, describió en la entrevista mantenida con Carles Francino la pasada semana como "el peor período de sequía en 60 años", anunció que las medidas para combatirla serán "cada vez más severas".

Montilla aseguró en Cadena SER que la primera gran desaladora empezará a funcionar en abril del año que viene. El objetivo: sacar el agua de donde la haya, pero sin quitársela a nadie. "Nuestra obligación es garantizar el consumo doméstico del agua, sin quitársela a nadie", explicó el presidente de la Generalitat.

El presidente dibujó el peor escenario posible ante la sequía y ha dicho que, en el caso de que el consumo doméstico sufriera restricciones antes de que comenzara a funcionar la desaladora, sí aceptaría sacar agua del río Segre. "Serían acciones de carácter temporal y estructural porque nuestra apuesta es la desaladora", concluyó.