Zapatero se comprometerá a no dialogar con ETA
El presidente del Gobierno avanzará además medidas contra la crisis económica en el debate de investidura
Zapatero ha aparcado 48 horas el cierre de su nuevo gobierno para centrarse en su segundo debate de investidura; tan distinto del primero. Hay tres grandes diferencias: la situación de incertidumbre económica que hace 4 años ni se atisbaba; la decisión del PSOE de comenzar a gobernar solo, sin acuerdos con los nacionalistas y el nuevo rumbo en política antiterrorista: nunca más dialogo con ETA; Zapatero, el gobierno y el PSOE han salido escarmentados del proceso de paz.
La economía, eje central del discurso
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Cómo ya les avanzó la Cadena SER hace unos días, la economía será el centro del discurso de Zapatero. El candidato del PSOE hará un análisis detallado de la situación económica y anunciará medidas a corto y medio plazo. Zapatero quiere lanzar un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos agobiados por el goteo constante de malas noticias: subidas de las hipotecas y los precios, desaceleración económica, aumento del paro y frenazo de la construcción.
El equipo de Solbes lleva semanas preparando medidas económicas con dos objetivos: reanimar el consumo y reactivar la economía. Son medidas fiscales como la de los 400 euros e iniciativas de reactivación económica, sobretodo en la construcción con el adelanto de obra pública que ya se avanzó después de las elecciones y planes para recolocar a los nuevos parados.
Zapatero dará garantías de que aunque haya que apretarse el cinturón no habrá recortes sociales y es más, uno de los objetivos de la legislatura será desarrollar en su integridad la ley de dependencia. Otro clásico, aunque esta vez se dice que va en serio: será el impulso de la ciencia y del I+D, Investigación y Desarrollo; tal vez, una pista de un posible nuevo Ministerio.
Nuevos consensos
Al margen de la economía, Zapatero hará hincapié en la necesidad de abrir un nuevo tiempo de consensos, sobretodo con el PP en lucha antiterrorista, justicia o política del agua.
El candidato a la presidencia está escarmentado del proceso de paz y quiere alcanzar un nuevo acuerdo de todos contra ETA. No se trata de firmar un nuevo pacto sino de sacar la lucha antiterrorista de la pelea política diaria con un reconocimiento previo del gobierno: no habrá más diálogos con ETA después de lo ocurrido en los últimos 4 años. En campaña, Zapatero ya avanzó que no hay nada que hablar con ETA hasta que la banda abandone y entregue las armas.
Otra prioridad será la renovación de los órganos judiciales y en especial, el Consejo General del Poder Judicial que lleva año y medio atascado. También se espera un plan para modernizar la decimonónica administración de justicia en España.
Dentro de los proyectos de futuro, el medio ambiente y la lucha contra el cambio climático. La política del agua del PSOE no va a cambiar: no a los trasvases y apuesta por las desaladoras con soluciones puntuales y extraordinarias para momentos de sequía como el de Cataluña con la compra de agua a los regantes.
Zapatero pasará por encima de la política territorial que esta vez no va a ser una de las prioridades aunque es posible que le haga algún guiño al PNV: puede haber nuevo Estatuto si Ibarretxe se olvida de sus planes y referéndums soberanistas. También habrá buenas palabras para CIU con la confirmación del compromiso de publicar las balanzas fiscales aunque eso sí con la advertencia de que no servirán para negociar la nueva financiación autonómica.
El PSOE no descarta acuerdos con los nacionalistas más adelante, después del verano cuando se aclaren las cosas en CIU y en el PNV.
