Sociedad

"Si te están provocando puedes llegar a estallar"

Hoy por Hoy plantea el problema de la <b>violencia de género</b> desde el punto de vista de los <b>maltratadores</b>

Las terapias son muy largas, pueden durar años y son voluntarias. Toñi Fernández ha acercado a los oyentes de Hoy por Hoy los testimonios de dos hombres, uno de ellos condenado a dos años por malos tratos y otro agresor confeso que espera juicio. "La justicia está hecha ahora mismo más hacia la mujer", dice uno de los 4.500 hombres condenados el pasado año a penas de cárcel por agredir a su pareja.

Más información

La sentencia incluía una orden de alejamiento todavía en vigor y la posibilidad de evitar la cárcel si se acogía a un programa de rehabilitación al que ocho de cada diez maltratadores acude porque no tienen más remedio. Las sesiones les van convenciendo, pero para eso se necesita tiempo. En un principio, la mayoría no reconoce la agresión.

"Los malos tratos por mi parte, no los hubo", asegura uno de los hombres con los que ha charlado el programa. Él se acoge al perfil que más abunda en este tipo de terapias. Un agresor físico puntual que lleva detrás un largo historial de maltrato psicológico que, aunque no lo quiera, va desgranando en su discuso.

Relaciones de poder

"Si hubo maltratos, los hubo mutuos y de palabra y más porque ella no trabajaba o no le gustaba trabajar y porque le gustaba estar tirada en el sofá" dice el condenado por maltrato sin saber el juicio que se desprende de sus palabras. "En un momento dado, tú cometes malos tratos de palabra porque a tí te los están haciendo", continúa.

Las relaciones de poder se esconden tras expresiones como "Yo venía de trabajar, sino, ¿de dónde se comía?", como afirma uno de los entrevistados. El maltratador se repite a sí mismo las justificaciones, que pueden llegar a ser muy peligrosas.

"Hay mujeres que te pueden sacar de quicio", es la frase con la que un condenado a dos años y cuatro meses argumenta su relato ante su interlocutor, también agresor confeso. Animado por la confianza que le ofrece una conversación con alguien que ha compartido su forma de actuar, reconoce que "si te están provocando, en un momento dado puedes llegar a estallar". Sus frases trenzan un relato lleno de contradicciones en el que se empeña en justificar algo que anuncia como injustificable. "Lo que digo es que hay que ver el por qué", sentencia en la misma línea.

Sus motivos

La voz que se mantiene callada pertenece a un hombre de 44 años, en libertad provisional tras pasar cuatro meses en prisión. "Creo que he sido bastante celoso, pero pienso que ella me ha dado motivos para esos celos y entonces la agarré del cuello", relata la voz que antes permanecía en silencio.

La mujer llamó a la policía, lo llevaron a calabozos y luego a la cárcel, pero todavía no se ha celebrado el juicio. La fiscal pide para él once meses de ingreso en un centro de rehabilitación y unas medidas de alejamiento que ya no existen, al igual que la denuncia, que ha sido retirada.

Es un hecho tan habitual como el hecho de que el maltratador culpe de su actitud a factores externos. "Yo con el consumo de la cocaína era más celoso", admite este segundo maltratador. Dice que su ingreso en prisión dio por terminada su afición a las drogas. Pide perdón a su pareja, deja las drogas y se acoge de forma voluntaria a un programa de rahabilitación donde el objetivo es el autocontrol, ponerse en el lugar de la víctima e imprimir la necesidad de cambio.

La rehabilitación

Los porcentajes de hombres maltratadores que se han rehabilitado con éxito son altos si se habla de cifras y valores absolutos. "El hombre es directo y creo que la mujer es la que juega con el hombre", dice un agresor que ha pasado por una terapia.

El último caso de violencia machista no se encuentra en ningún titular, se está produciendo en este mismo instante. Los asesinatos son el final de una larga cadena de agresiones que también pasan por otras formas más sibilinas como el aislamiento o el desprecio. Cada agresor se considera único en su especie y distinto al resto de maltratadores que cada día les transmite la prensa, la radio o la televisión.

Maltratador: "Si te están provocando puedes llegar a estallar"

Maltratador: "La terapia me ha ayudado"

Maltratador: "La mujer juega con el hombre"