Arranca Cannes bajo el signo de Indiana Jones
Eastwood, Soderbergh, Wenders y el debut en la dirección de Charlie Kauffman, citas clave del certamen francés
Unos toques de exotismo llegados de Asia, una pizca de cine independiente húngaro, turco o canadiense y la últimamente obligada cuota latina, con dos películas de Argentina y dos de Brasil, tratan de ocultar el dominio de Estados Unidos en la competición oficial del 61 Festival de Cannes.
Porque si algo destaca del programa de la sección oficial de competición de esta edición -del 14 al 25 de mayo- es el peso del cine norteamericano, aunque eso sí, no del más comercial. De un lado la calidad contrastada de Clint Eastwood, que vuelve a Cannes con "Changeling", en lo que será su quinta participación sin premio alguno hasta el momento.
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Steven Soderbergh, en su versión seria, llevará su inmensa versión de la vida del "Ché", de 4 horas y 25 minutos, con un no menos inmenso Benicio del Toro al frente del reparto, con la que tratará de recuperar el prestigio que Cannes le otorgó con la Palma de Oro de 1989 por "Sexo, mentiras y cintas de vídeo".
"Palermo shooting" será la propuesta del siempre elegante Wim Wenders, un narrador de imágenes muy apreciado en Cannes, donde se llevó la Palma de Oro en 1984 por "París, Texas", estilo de cine que contrasta con el comercial de James Gray ("La noche es nuestra") con "Two Lovers".
Muy esperada, la ópera prima de Charlie Kaufman (el aclamado guionista de "Olvídate de mí" o "Cómo ser John Malkovich") como director, "Synecdoche, New York", cuyo reparto se aventura ya como el mejor de la muestra -Philip Seymour Hoffman, Samantha Morton, Emily Watson, Catherine Keener y Michelle Williams.
Salles y Meirelles, también a escena
Frente a la armada estadounidense, muchas opciones. Cuatro películas latinoamericanas: "La mujer sin cabeza" de Lucrecia Martel, y "Leonera", de Pablo Trapero, ambas de Argentina, y las brasileñas "Linha de Passe", codirigida por Walter Salles y Daniela Thomas, y "Blindness", el esperado regreso a la gran pantalla de Fernando Meirelles tras "El Jardinero fiel".
Desde más cerca, Italia, "Il Divo", de Paolo Sorrentino, amante del cine más visual, y "Gomorra", de Matteo Garrone, una enésima historia de los entresijos de la mafia napolitana. Más interesante a priori es "Uç Maymun", del turco Nuri Bilgen Ceylan, que con "Uzak" (2002) dejó un buen sabor de boca a público y crítica y ganó el Gran Premio del Jurado de Cannes, y con "Iklimler" consiguió el FIPRESCI en 2006.
Y, estando en Cannes, el cine francés no podía faltar, con tres películas: "Un conte de Noël", de Arnaud Desplechin; "La frontiere de l''aube", de Philippe Garrell, y "Entre les murs", de Laurent Cantet. Aunque no sea francesa de nacionalidad, sí de lengua, la última de los hermanos Jean-Pierre y Luc Dardenne, "Le silence de Lorna", amenaza ser otro de esos dramones a los que nos tienen acostumbrados.
Y como guinda del pastel, el estreno del último Woody Allen, con un trío de moda -Javier Bardem, Penélope Cruz y Scarlett Johansson- y el de la esperadísima "Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal", la cuarta entrega de la saga del arqueólogo y aventurero, que amenaza con convertir a Cannes en el arca perdida, el templo maldito, la última cruzada o un poco de todas ellas.
Un puñado de variadas y diferentes películas que pueden complacer al ecléctico jurado, presidido por el actor estadounidense Sean Penn, y con, entre otros, Alfonso Cuarón, Natalie Portman o Marjane Satrapi.