Líbano alcanza un acuerdo para terminar con la crisis política
Parece que ahora podrán pactarse la asignación de los puestos en el nuevo gabinete y formar así un gobierno de unidad nacional que otorgue poder de veto a la oposición
Los líderes de las diversas facciones rivales de Líbano alcanzaron hoy un acuerdo para terminar con la crisis política, y para la elección del nuevo presidente, que pondrá fin a 18 meses de conflicto político que han llevado a su país al borde de una nueva guerra civil, según anunciaron los delegados de ambas partes, según informaron los medios locales.
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La coalición gobernante, cercana a las posiciones de Estados Unidos, y la oposición liderada por Hezbolá acordaron que el actual jefe del Ejército, el general Michel Suleiman, sea el candidato de consenso para suceder al ex mandatario Emile Lahoud, que dejó el cargo al final de su mandato en noviembre de 2007. Desde entonces, Líbano ha estado sin presidente debido a las diferencias entre la mayoría y la oposición sobre la formación del nuevo Gobierno y la posibilidad de introducir cambios en la ley electoral.
Aun así, parece que ahora podrán pactarse la asignación de los puestos en el nuevo gabinete y formar así un gobierno de unidad nacional que otorgue poder de veto a la oposición, uno de los puntos clave en las conversaciones. Además, parece que se han resuelto las diferencias sobre la ley electoral para las próximas consultas que se celebrarán durante la primavera del año que viene.
Armas de Hezbola
Poco antes, el actual ministro de Exteriores libanés, Tareq Mitri, acusó a la oposición, liderada por el grupo Hezbolá, de no mostrar el suficiente respeto por los esfuerzos de los mediadores de Qatar por llegar a un compromiso. Qatar propuso por su parte que se incluyese una cláusula en la declaración final en el que se requiriese a todas las partes que denuncien cualquier brote de violencia armada en las disputas internas del país.
Los desacuerdos sobre las armas que posee Hezbolá han sido un gran obstáculo durante las negociaciones. Los representantes del Gobierno insistieron en que las armas del grupo debían estar en la agenda de las conversaciones, aunque los delegados de Hezbolá aseguraron que ese tema no "era discutible".