Sociedad

Dos monjas ancianas se encadenan en el Vaticano como protesta

Lo han hecho con un pancarta que decía: "Su Santidad, no somos ni prostitutas, ni violentas, ni ladronas, ni enfermas mentales"

Dos ancianas monjas italianas se han encadenado el domingo a una farola frente al Vaticano, denunciando que han sido expulsadas erróneamente de su convento de clausura y solicitando que el Papa Benedicto XVI les ayude a regresar.

Las dos mujeres, las hermanas Albina Locantore, de 73 años, y Teresa Izzi, de 79, han permanecido durante horas con cadenas y candados en la Plaza de San Pedro, también durante los aproximadamente 20 minutos en los que el pontífice ofreció su mensaje y bendición semanal.

Más información

Las dos religiosas dijeron a los periodistas que habían tenido que dejar durante varios meses su convento de monjas Carmelitas, en el centro de Italia, debido a motivos de salud, pero que cuando volvieron la madre superiora se negó a dejarlas volver al convento de clausura.

La madre superiora las acusó de desobediencia y las expulsó, según las monjas. Una de las mujeres llevaba una pancarta que decía: "Su Santidad, no somos ni prostitutas, ni violentas, ni ladronas, ni enfermas mentales".

Otra pancarta pedía al Papa que investigue su caso. "Después de 50 y 60 años al servicio de la Iglesia nos tratan como bolsas de basura, todo porque se supone que no obedecimos a nuestra superiora religiosa", se lamentaba la hermana Albina.

El Vaticano estaba intentando arreglar un encuentro entre las religiosas y un miembro del departamento de la Santa Sede que supervisa los conventos.