Medio centenar de inmigrantes intentan cruzar a la fuerza la frontera de Melilla

Algo más de medio centenar de subsaharianos han intentado entrar en Melilla a través del paso fronterizo de Beni Enzar. Los hechos ocurrían sobre las cuatro y media de la madrugada, cuando el grupo se abalanzó sobre la policía aduanera marroquí para dirigirse hacia el paso fronterizo español. Allí hicieron lo mismo, enfrentándose a policías nacionales y guardias civiles que se encontraban de servicio. De forma inmediata, estos cerraron las verjas que dan acceso a la Ciudad. Algunos consiguieron pasar y otros saltarla accediendo de forma ilegal a la Ciudad de Melilla.

Minutos más tarde los refuerzos de ambos cuerpos de seguridad peinaban toda la zona colindante para localizar a los que habían conseguido entrar. Algunos de ellos se encontraban escondidos en árboles, muros, o refugiados en la zona de contenedores de basura. Testigos presenciales que se encontraban en la zona describían que "los inmigrantes metían la cabeza entre las rejas, se subían por ella. Estaban dispuestos a pasar fuera como fuese".

Un melillense se disponía a pasar con su vehículo acompañado de su tío minusválido a quien llevaba a ver a sus familiares a Marruecos, y se quedó petrificado: "Mi tío me gritaba: da marcha atrás, da marcha atrás, vete de aquí. Era como una nube humana que pasaba como si fuese volando. Me pareció ver que algunos llevaban palos. Los policías que estaban de guardia no podían pararlos a todos, eran demasiados. He pasado un susto horrible porque pensaba que iba a comenzar una batalla".

No se registró ningún incidente grave, ni tampoco hubo heridos de consideración.

Desde 2005 no había incidentes similares

Desde el año 2005 no se producía un intento de entrada en grupo masivo. La altura de seis metros de la valla que rodea todo el perímetro fronterizo, y la maraña que forma la sirga tridimensional, sirven de elementos disuasorios a la hora de elegir el método de entrada ilegal a territorio español. Las fórmulas utilizadas desde entonces consisten en ir escondidos en un vehículo que lleva practicado un doble fondo para tal fin, o lanzarse al agua para llegar a costas melillenses desde el cercano puerto de Marruecos.

En esta madrugada han optado por intentar salvaguardar el obstáculo humano ante la casi imposibilidad de hacerlo con la alambrada.