Un nuevo brote de violencia deja 50 heridos en la Cachemira india

La violencia ha recorrido de nuevo la Cachemira india. La región lleva una semana asistiendo a violentas protestas que enfrentan a la mayoría musulmana con la minoría hindú. El origen del conflicto está en la cesión de terreno público para la peregrinación anual al santuario hindú de Amarnath.

Al menos 50 personas resultaron heridas hoy, 13 de ellas a causa de la explosión de una granada, en los disturbios registrados durante las protestas de ciudadanos de creencia hindú en distintos puntos de la Cachemira india, según informó una fuente oficial. En los disturbios 70 personas han sido detenidas en distintos puntos de la región, mientras que el toque de queda ha sido impuesto en los distritos de Bhaderwah y Samba. Para asegurar el orden, el ejército ha tomado las calles afectadas por los disturbios y la policía ha tenido que usar gases lacrimógenos para disolver las manifestaciones de hoy que se saldaron con 15 agentes heridos.

La manifestación de hoy estaba protagonizadas por la minoría hindú que recriminaba al gobierno de la región la retirada de las 40 hectáreas de terreno forestal que, en principio, había concedido a un organismo que promueve las peregrinaciones hindúes en Cachemira.

Las autoridades tomaron esta decisión tras asistir a varias protestas violentas protagonizadas por la mayoría musulmana de la zona, que se oponía al apoyo oficial a la peregrinación. El Gobierno regional cedió a la presión, desistió de su intención de transferir las tierras y solicitó al Gobierno central indio que se ocupara de la gestión de la peregrinación de Amarnath, a la que cada año se suman miles de hindúes.

La cueva de Amarnath es un popular destino de los peregrinos porque, según la tradición hindú, el dios Shiva reveló ahí el secreto de inmortalidad a su esposa Parvati. La leyenda dio lugar a la creencia de que aquel que peregrina hasta allí obtendrá a su vez la "moksa" o liberación de futuras reencarnaciones.