Ingrid Betancourt en la SER: "No tiré la toalla, acepté que podía morir"

Ingrid Betancourt ha aprovechado su intervención en la SER para agradecer a los españoles su apoyo y ha reclamado ayuda para luchar contra las FARC. "No sé si volverá a la política será una decisión familiar", ha reconocido la excandidata presidencial.

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"El ser humano puede llegar a grados de depravación intensa", con estas palabras ha descrito Ingrid Betancourt las motivaciones de sus secuestradores.

Tras seis años, cuatro meses, y nueve días de cautiverio, Ingrid Betancourt se ha reunido hoy con su familia. Sus hijos Melanie y Lorenzo Deloye, su hermana Astrid y su ex marido, Frabrice, acompañados del ministro de Asuntos Exteriores francés, Bernard Kouchner han viajado desde Paris a Catam.

El reencuentro en el aeropuerto militar de Catam (Colombia) ha sido muy emotivo con grandes abrazos por parte de los familiares. La excandidata, en buen estado de salud, ha querido hacer unas declaraciones con sus hijos al lado. Sosteniendo un rosario entre las manos, Betancourt ha reclamado "libertad para Colombia" y ha tildado de "milagro" su liberación a la que en un principio creía "un circo de las FARC".

Abrazada a sus hijos a quienes besaba y miraba una y otra vez, Ingrid definió el momento del reencuentro como "el nirvana, el paraíso", y destacó el cinturón que traía puesto su hija Melanie y que ella le había tejido en cautiverio. Ingrid reconoció que si recupero las ganas de vivir y de salir de esa selca, fue por sus hijos. "Ellos son mis niños, mi orgullo, mi razón de vivir, mi luna, mis estrellas", añadió la ex candidata presidencial.

A pesar de la reciente liberación, Betancourt ha recuperado con fuerza su faceta política y ha reclamado a todos los países limítrofes con Colombia, y a toda la comunidad internacional, una mayor presión sobre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Su hijo Lorenzo ha reconocido el "orgullo que siente al ver a una Ingrid tan fuerte" y ha querido recordar a todos los asesinados por las FARC.

En el Airbus 219, fletado por Francia, viajaban cinco médicos, incluido el galeno del Eliseo. Su misión es chequear el estado de salud de Betancourt y cuidar de ella durante el trayecto de vuelta a Paris, a donde llegará mañana por la tarde.