Ingresa en prisión el ex alcalde de Orihuela por corrupción urbanística
Luis Fernando Cartagena (PP) cumplirá la condena de cuatro años por delitos de falsedad en documento mercantil y malversación de caudales públicos
El ex alcalde de Orihuela, Luis Fernando Cartagena, del PP ha ingresado la cárcel de Villena para cumplir la condena de cuatro años de prisión que le impuso la Audiencia de Alicante en 2002. Aquel falló estimó que Cartagena "hizo suyos con intención de propio beneficio" 49.000 euros procedentes del superávit de gestión del hospital municipal San Juan de Dios.
Cartagena cumplirá los cuatro años de cárcel íntegros por los delitos de falsedad en documento mercantil y malversación de caudales públicos, si bien podrá acogerse a los beneficios penitenciarios que como cualquier preso pueda obtener.
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El alcalde había solicitado el pasado mes de junio que se le conmutara uno de los cuatro años de prisión por una multa. Argumentó que "había pasado mucho tiempo" desde que sucedieron los hechos, pero la Fiscalía se opuso.
El Gobierno central también le denegó la petición de indulto que elevó en 2004 al Ejecutivo contra la condena firme, después de que el Tribunal Supremo ratificara una sentencia previa de la Audiencia alicantina por unos hechos ocurridos cuando era el primer edil de Orihuela en el año 1993.
Intentó conseguir una coartada
El Tribunal Supremo consideró probado que Cartagena recibió un total de 49.000 euros procedentes del superávit del hospital municipal San Juan de Dios. El fallo estableció también que cinco años después de que ocurrieran los hechos, en 1998, cuando Cartagena tuvo noticias de que se estaban realizando investigaciones judiciales, "para conseguir una coartada se puso de acuerdo" con un empresario, "amigo personal suyo desde hacía más de 30 años y contratista de numerosas obras de la Administración local y adjudicatario del servicio de limpieza".
El objetivo de Cartagena, dijo entonces el tribunal, era que este empresario facilitara tres recibos de supuestos de pago "con la pretendida finalidad de justificar el destino de estas sumas a obras sociales, tal como fue el deseo expresado por las monjas (las Hermanas Carmelitas) en el momento de su entrega".




