Inundaciones, incendios y 4 millones personas sin luz al pasar Ike por Texas
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ha expresado hoy su preocupación por el posible impacto del huracán "Ike" en los precios de la energía
El huracán "Ike", con un área de influencia de casi 200 kilómetros, ha tocado tierra en el sureste de Texas. Cerca de 200.000 personas han sido evacuadas como medida de precaución. El mar ha incrementado su altura, afectando especialmente a las zonas bajas. / VNEWS
Miles de viviendas inundadas, más de cuatro millones de personas sin electricidad, incendios y cristales arrancados de los rascacielos son algunos de los efectos del paso del huracán "Ike" por Texas (EEUU).
La gigantesca tormenta, con un centro de más de mil kilómetros de diámetro, continúa hoy su paso por el estado y las condiciones meteorológicas hacen difícil evaluar con exactitud los daños causados. Una de las preocupaciones principales es la suerte de las decenas de miles de personas que hicieron caso omiso de los apremiantes llamamientos de las autoridades para la evacuación y éstas se preparan para una ingente operación de rescate en la costa.
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Según el portavoz del gobernador texano Rick Perry, Andrew Barlow, "vamos a lanzar la que probablemente sea la mayor operación de búsqueda y rescate jamás conducida en el estado de Texas". El huracán tocó tierra esta madrugada en la isla de Galveston a las 02.10 hora local (07.10 GMT), con vientos de 177 kilómetros por hora, una categoría 2 en la escala de Saffir Simpson, de un máximo de cinco.
Seis horas más tarde, ya muy tierra adentro, quedó en categoría uno, con vientos en torno a los 130 kilómetros por hora. Hasta el momento no se ha confirmado la existencia de víctimas. En Galveston, la marea sólo subió algo más de cuatro metros, por debajo de las expectativas de siete metros que algunos meteorólogos temían.
Los juzgados de esta localidad se encuentran bajo casi dos metros de agua, según la página de internet del Servicio Meteorológico Nacional. En Houston, la cuarta ciudad en tamaño de Estados Unidos, cerca de cuatro millones de personas estaban sin electricidad.
Muchas calles, anegadas por las fuertes lluvias, eran imposibles de atravesar y en las aceras podían verse restos del temporal: cristales arrancados de las ventanas, tejas desprendidas y numerosos árboles caídos. Las redes de telefonía móvil se encontraban saturadas y dificultaban las posibilidades de comunicación.
Uno de los edificios símbolo de Houston, la torre Chase, de 75 pisos y la más alta de la ciudad, ha perdido innumerables cristales de sus ventanas. Las grandes dimensiones del huracán hicieron que, aunque el impacto se produjera en Galveston, "Ike" inundara también partes de Luisiana, el estado vecino que intenta recuperarse de la llegada del "Gustav" hace dos semanas, y obligara a realizar operaciones de rescate en algunas poblaciones.
El presidente de EEUU, George W. Bush, aseguró hoy en una declaración desde los jardines de la Casa Blanca que los servicios de emergencia comenzarán sus tareas tan pronto como las condiciones meteorológicas lo permitan. "Es una tormenta enorme" y todavía no ha terminado de pasar por la zona, explicó el presidente.
Bush ha declarado Texas zona de desastre, lo que permite el desembolso de ayuda federal extra para las tareas de asistencia y reconstrucción tras el paso de "Ike", indicó hoy la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino. El secretario de Seguridad Nacional, Michael Chertoff, se desplazará a la zona afectada hoy mismo para coordinar las tareas de asistencia.
El impacto de "Ike" ya ha comenzado a dejarse notar en un área especialmente sensible para los estadounidenses en época de "vacas flacas" económicas, el precio de la gasolina. El precio medio de un galón (3,78 litros) ha subido en torno a los cinco centavos, para quedar en 3,73 dólares.
"Ike", el mayor ciclón que ha tocado tierra en EEUU desde el paso del "Katrina" por Nueva Orleans en 2005, ha obligado a cerrar 17 refinerías de petróleo en el golfo de México, donde se procesa el 22 por ciento del combustible estadounidense.
La Agencia para la Protección del Medioambiente ha suspendido una serie de condiciones para permitir la importación de ciertos tipos de gasolina, explicó Bush, quien agregó que el Gobierno "supervisará cuidadosamente los precios" del combustible para garantizar que el consumidor es tratado justamente, pese a los problemas.
Las primeras indicaciones apuntan, sin embargo, a que las refinerías han superado la prueba del huracán sin demasiados daños. El Centro Espacial Johnston de la Administración Nacional estadounidense de Aeronáutica y del Espacio (NASA), en Houston, tampoco parece haber resultado perjudicado.
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