Costillas gordo feliz
Aprovechando el festival de cine quería aprovechar para hacer un alegato contra la tiranía de la palomita, contra el imperio de la chuche, y dar una alternativa impostora al condumio cinematográfico. No van a ser palomitas en conserva, ni chuches de lata. Esta vez no. Van a ser unas "COSTILLAS GORDO FELIZ", que te las preparas en casa, las pones en una tarterilla y te las llevas al cine, junto con una tradicional bota de vino, y quedas de lo más fashion.
Ingredientes: 1 bandeja de costillas de cerdo de las del súper (1/2 kilo, aproximadamente), 1 sobre de sopa de cebolla, 1 coca-cola, 1 cebolla grandecita, aceite de oliva virgen extra, un poco de salsa picante (Tabasco, por ejemplo), ketchup y sal.
Preparación: en un bol ponemos el contenido del sobre de sopa de cebolla y le añadimos un poco de nuestra salsa picante favorita (o unas gotas de tabasco) y un chorreoncillo de Ketchup. Agregamos Coca-cola removiendo bien con un tenedor hasta que tengamos una especie de salsa ligada, líquida pero sin pasarse. Cortamos la cebolla en tiras finas y hacemos con ella una base en una fuente de cristal tipo Pyrex que resista el calor. Le ponemos por encima un hilo de aceite y un poco de sal y colocamos hábilmente las costillas sobre la cama de cebolla. Un poquito (poco) más de sal sobre las costillas (mejor gruesa) y cubrimos todo el invento con la salsa de sopa de cebolla y Coca-cola que teníamos preparada, procurando que los grumillos queden sobre las costillas, que luego tostados van a quedar muy ricos. Lo metemos en el horno precalentado a 210 grados y en unos 20/25 minutos aproximadamente (cuando las veáis de aspecto apetitoso para vuestro gusto) os encontraréis con unas costillas que ni en Hollywood.




