Islandia nacionaliza el segundo mayor banco del país
Las autoridades han aplicado las medidas de urgencia y excepción acordadas por el Gobierno para evitar la quiebra del sistema financiero y la banca nacional, así como la bancarrota del Estado
Islandia ha asumido el control total sobre el segundo banco del país, el Landsbanki, en una operación equivalente a la nacionalización del instituto crediticio, anunciaron hoy las autoridades financieras de Reykiavik.
Basándose en "la nueva legislación, la Autoridad Financiera de Supervisión Islandesa procede a hacerse con el control de Landsbanki para asegurar que continúen las operaciones comerciales y bancarias en Islandia", dijo la entidad reguladora en un comunicado.
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De acuerdo a esta entidad "los depósitos domésticos están plenamente garantizados" y todas las operaciones bancarias continuarán con normalidad. Además, dichas autoridades financieras anunciaron la concesión de un crédito inmediato por valor de 500 millones de euros para el principal banco de Islandia, el Kaupthing.
La notificación sobre la nacionalización del Landsbanki se produjo poco después de que Rusia concediese a Islandia un crédito de 4.000 millones de euros para ayudar al pequeño país insular a salir de la crisis financiera que amenaza con la quiebra de su sistema bancario.
Pueden intervenir todos los bancos
Las nuevas medidas, en respuesta a la grave crisis financiera, permitirán al Estado intervenir todos los bancos, obligarlos a fusionarse o a declararse en bancarrota.
"Estamos ante la posibilidad de que toda la economía nacional sea arrastrada a las profundidades de la crisis bancaria global y que la nación se declare en bancarrota", declaró en un discurso televisado el primer ministro conservador, Geir Haarde.
El acuerdo llegó horas después de que el Gobierno hubiera garantizado los depósitos en bancos comerciales y cajas de ahorro nacionales y culminó días de intensas negociaciones con oposición y sindicatos, que parecían incapaces de ponerse de acuerdo.
Pero los acontecimientos del lunes "negro" precipitaron los hechos: la Bolsa de Reikiavik suspendió todas las operaciones con valores de los bancos y la corona islandesa se desplomó un 23 por ciento frente al euro, alcanzando un nuevo mínimo histórico.
El Gobierno ya había nacionalizado el Glitnir, tercer banco del país, hace una semana, al adquirir el 75 por ciento de sus acciones para contrarrestar su falta de liquidez.