Condenados a penas de cárcel 47 cómplices por los atentados de 2007 en Casablanca
El 11 de marzo de 2007 un kamikaze hizo explotar un cibercafé en la ciudad marroquí con un cinturón de explosivos
Un total de 47 personas fueron condenadas a penas de entre 30 y 2 años de cárcel por el Tribunal de Apelación de la localidad marroquí de Salé por su implicación en los atentados terroristas de marzo y abril de 2007 en Casablanca.
El acusado que acumula más cargos en su contra, Abderrahim Ait Ukred, recibió una pena de 30 años de prisión, mientras que Abdelaziz Rafush fue condenado a pasar 20 años en la cárcel.
Cuatro de los inculpados fueron finalmente absueltos por el tribunal, mientras que otro de ellos deberá pagar una multa de 5.000 dirhams (447 euros).
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La única mujer del grupo, Hashna Bucheid, que acudió a la lectura de la sentencia cubierta con el "niqab" (velo que cubre la cara), fue condenada a dos años de cárcel, pero la aplicación de su pena ha sido suspendida.
Los hechos se remontan al 11 de marzo de 2007, cuando el kamikaze Abdelfattah Raydi hizo explotar en un cibercafé de Casablanca el cinturón de explosivos que portaba, lo que provocó su muerte y heridas a su presunto cómplice, Yusef Judri, así como al hijo del propietario del recinto y a dos clientes.
Asimismo, se les implica en los atentados del pasado 10 de abril en esa misma ciudad, cuando otros tres terroristas, uno de ellos Ayub Raydi, hermano de Abdelfattah, se suicidaron haciendo estallar los explosivos que llevaban adosados al cuerpo.
Penas más reducidas
En la sesión en Salé, algunos de los acusados comenzaron a entonar himnos religiosos al llegar a la sala donde se leyó la sentencia, pero no fueron secundados por el resto del grupo y se detuvieron.
El pasado 4 de septiembre, se había solicitado cadena perpetua para tres de los acusados, penas de 30 años de cárcel contra otras tres personas, así como de 20 años contra siete.
Sin embargo, las penas leídas este jueves en el tribunal fueron más reducidas de lo esperado.
Un tercio de los acusados, un total de 17, fueron condenados a dos años de prisión, que en muchos casos se verán reducidos a apenas unos meses por la falta de antecedentes.
Los miembros de este grupo, que fueron acusados de pertenecer a la Salafía Yihadía (Auntenticidad y Guerra Santa), son originarios de las ciudades de Casablanca, Mohamedia, El Gara, Salé y Kénitra (centro del país) y de la meridional Agadir.
La gran mayoría son jóvenes procedentes de barrios humildes de estas ciudades.
Todos ellos estaban inculpados por "constitución de banda criminal con el fin de preparar y de cometer actos terroristas en el marco de un proyecto colectivo destinado a perturbar el orden público, así como de fabricación y posesión de explosivos".
El pasado 10 de marzo, el Tribunal de Apelación de Salé condenó ya a penas de 10 y 15 años de cárcel a otros tres menores implicados en los atentados terroristas de Casablanca.