Lizcano, el político colombiano que más años ha pasado en manos de las FARC

El que hoy aparecía ante los medios de comunicación con un aspecto débil, fue también el primer dirigente político que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tomaron como rehén. Fue el 4 de agosto de 2000, en una zona rural del municipio de Riosucio, departamento de Caldas, con el fin de usarlo como moneda para cambiarlo por sus hombres presos.

Este antiguo profesor universitario de Manizales, en el centro-oeste del país, tenía 54 años cuando fue retenido mientras inauguraba una cancha de fútbol en un caserío de Riosucio y hace seis meses cumplió 62. A lo largo de su cautiverio envió hasta seis pruebas de supervivencia a su familia, en las que siempre su estado de salud era su principal preocupación.

A su drama y enfermedad se sumó la tristeza cuando en 2006 su hijo Juan Carlos fue también secuestrado durante 84 días, por parte de un pequeño grupo guerrillero que el Ejército colombiano desmanteló al poco tiempo.

La huida

La mayor parte de su cautiverio lo vivió en soledad en el selvático departamento de Chocó (noroeste), donde hace tres días se escapó junto al jefe del grupo de las FARC que lo custodiaba en busca de fuerzas del orden para entregarse.

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Tras una larga caminata en condiciones de salud deplorables, en torno a las 08.00 hora local (13.00 GMT), Lizcano y alias 'Isaza', de 28 años y jefe guerrillero que lo custodió durante los últimos años, se toparon hoy con tropas del Ejército.

Temerosos por la fuerte presión que el Ejército llevaba a cabo desde hacía varios meses en torno a ellos, Isaza decidió escapar junto a su rehén para entregarse a las autoridades.

Su primera aparición

Lizcano ha aparecido hoy ante la prensa demacrado, con una larga barba y sin apenas articular palabra, debido, según ha explicado, a que los guerrilleros le prohibían hablar y, por eso, estaba perdiendo esta facultad.

Por ello, ha reconocido "incoherencias" en el breve discurso que ha ofrecido a los periodistas en la ciudad de Cali, donde ha sido inmediatamente ingresado en un centro médico. Hasta allí ha llegado de la mano del ministro colombiano de Defensa, Juan Manuel Santos, quien lo ha ayudado a caminar por las dificultades que ha mostrado en sus movimientos, derivadas de la larga caminata de tres días y las consecuencias de su largo cautiverio en condiciones infrahumanas, como ha reconocido.

Las FARC aún tienen en su poder a 28 personas que aspiran a intercambiar por alrededor de medio millar de guerrilleros presos, entre ellas el ex gobernador del departamento del Meta Alan Jara y el antiguo diputado del departamento de Valle del Cauca Sigifredo López.