Argentina lanzará "el plan de obras públicas más ambicioso que se tenga en la memoria" para paliar la crisis
Cristina Fernández ha anunciado un paquete de inversiones en obras públicas e incentivos fiscales para estimular la economía
La presidenta argentina, Cristina Fernández, anunció un millonario paquete de inversiones en obras públicas para estimular la economía en un contexto de crisis global, medida que se suma a incentivos fiscales lanzados horas antes.
Al disertar en la convención anual de la Cámara Argentina de la Construcción, la mandataria dijo que el próximo 15 de diciembre lanzará el "plan de obras públicas más ambicioso del que se tenga memoria, por una cifra de 71.000 millones de pesos" (21.194 millones de dólares).
Este plan "va a significar un instrumento más que idóneo para un momento de excepción" por una crisis que "no ha provocado" Argentina, aseguró Fernández.
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Explicó que las inversiones se destinarán, en parte, a grandes obras públicas de "carácter estructural" y, por otro lado, a obras " como escuelas, viviendas y caminos de acceso "que dinamizan las economías regionales" y en su ejecución son de tipo "plurianual".
También se invertirá en obras "menores", con ejecución en un plazo de uno a doce meses, para dar soluciones "puntuales", pero que "demandan mano de obra intensiva", destacó la mandataria.
Fernández indicó que este plan permitirá elevar la mano de obra en el sector de la construcción de los 362.000 trabajadores actuales, de ellos un 41% empleados en la ejecución de obras públicas, a 770.000 puestos.
"Si hacemos más obras pública, va a haber más consumo. Cada trabajador es un consumidor. Si entendemos esto, vamos a lograr superar la dicotomía entre lo público y lo privado. Vamos a poder abordar esta situación internacional (de crisis) si empresarios, Estado y trabajadores trabajamos en forma mancomunada y articulada", afirmó la jefa de Estado.
El plan anunciado por Fernández se suma a otras medidas lanzadas por la presidenta, entre las que se incluyen incentivos a la repatriación de capitales, a la creación de puestos de trabajo y a la regularización impositiva y del empleo, en particular para las pequeñas y medianas empresas.
La presidenta admitió que era "reacia" a propiciar un "blanqueo de capitales" girados sin declarar al exterior, pero aseguró que su gobierno no es "dogmático" y que "esta situación excepcional amerita soluciones excepcionales", como esta medida que va a "ayudar al sector privado a sortear con mayor facilidad la situación en la que está el mundo".
Fernández comunicó además la creación de un Ministerio de la Producción, cuya conducción, según fuentes gubernamentales citadas por la agencia oficial Télam, recaerá en la economista Débora Giorgi, actual ministra de la Producción de la provincia de Buenos Aires.
Cristina Fernández hizo estos anuncios en momentos en que la actividad industrial muestra signos de debilitamiento, los sindicatos presionan para prevenir despidos y las empresas reclaman protección y una mayor depreciación del peso para mantener su competitividad exportadora.
Tras la severa crisis de los años 2001 y 2002, la economía argentina se expandió a una tasa anual del 8,3% en el último lustro y concluirá 2008 con un crecimiento cercano al 7%. Para el próximo año el alza esperada es del 4%.