El Thyssen hace un recorrido por 'la sombra' en la historia del arte
En la muestra se asiste a la aparición de una "estética de lo siniestro" pero también a una nueva forma de interpretación del impresionismo
"En pintura nada da mayor realce a la luz que las sombras". Esta afirmación de Plinio el Joven se hace realidad en la exposición que este lunes inauguraba el Museo Thyssen-Bornemisza sobre la representación de la sombra desde el Renacimiento hasta la actualidad.
Las sedes del Museo Thyssen y de la Fundación Caja Madrid muestran un total de 144 obras de más de un centenar de artistas, seleccionadas por el comisario Victor I.Stoichita, autor de 'Breve historia de la sombra'.
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En este ensayo plantea una historia de la sombra a partir de la antigua fábula de Plinio el Viejo que sitúa el origen de la pintura en Corinto, donde una joven muchacha, hija del alfarero Butades de Sición, habría trazado el contorno de su amante sobre una pared, ayudada por la luz de una vela.
Un texto convertido en exposición
Guillermo Solana, director artístico del Museo, ha recordado durante la presentación que cuando leyó el libro de Stoichita quedó fascinado por el argumento, "y pensé -ha dicho- que ese texto estaba pidiendo convertirse en exposición".
Aunque basada en el ensayo, la muestra "transcurre paralela a los argumentos desarrollados en el libro", con una distribución sencilla y desarrollo cronológico y a la vez temático. En opinión de Victor I. Stoichita, más que una traducción del libro en exposición, "se trata de una nueva creación".
Más allá de la sombra
El resultado ha sido un espectáculo visual sobre la sombra que comienza con pinturas relacionadas con el mito de Butades, ilustrado con obras de Joseph Wright of Derby, David Allan y Joseph-Benoît Suvée, así como de Matías de Arteaga y Karl Friedrich Schinkel.
Después de años de olvido en la época medieval, "en el Renacimiento se vuelve a descubrir la sombra", señaló el comisario, que ha seleccionado obras de autores renacentistas como Gentile da Fabriano, Giovanni di Paolo, Pier Maria Pennacchi, Lorenzo Lotto o el maestro de la Leyenda de la Magdalena, así como Jan van Eyck, con su díptico de la Anunciación, Lorenzo de Credi o Lodovico Carracci.
La sala del Barroco es "la más importante, ya que es un momento en que la sombra se vuelve elemento dinámico y dramático en un ambiente teatral y tenebrista", según el comisario, quien propone en el recorrido caminos transversales que unen épocas y artistas pese a la distancia cronológica.
A través de la historia
Escenas religiosas de Jean Leclerc, Matthias Stom, Gerrit van Honthorst, Hendrick ter Brugghen, Georges de La Tour, Matia Preti o del llamado Maestro de la Luz de la Vela muestran como la sombra sirve para enfatizar la presencia sagrada. En obras de Rembrandt, Pieter de Hooch o Gerrit Dou, la luz y la sombra construyen espacialmente la composición.
También en el Romanticismo la sombra alcanzó protagonismo. Se asiste a la aparición de una "estética de lo siniestro", con obras de Goya, Joseph Wright of Derby, Adolf Menzel, Jean-François Millet, William Holman Hunt o Emile Friant.
Escenas de interior de Monet, Édouard Vuillard y Félix Vallotton ilustran el simbolismo, en el que también se exhiben pinturas de Léon Spilliaert o Xavier Mellery.
Alegría para finalizar
El recorrido por el Thyssen finaliza "con una nota alegre, la de los impresionistas". Según el comisario, sobre la sombra existe la impresión falsa de tristeza, "pero la sombra tiene importancia en los impresionistas". En la sala, "que podría dar nuevas ideas para la interpretación de la pintura impresionista", se exponen obras de Monet, Pissarro, Sisley, Sorolla, Rusiñol o Regoyos.
'La sombra sobre la mujer', óleo pintado por Picasso en 1953, centra el recorrido de la exposición en la Fundación Caja Madrid, en cuyas salas se analiza cómo con Giorgio de Chirico y el "retorno al orden" de los años veinte la sombra alcanza un nuevo protagonismo.
Así se ve en obras de Edward Hopper, Rockwell Kent, Carel Willink, Pyke Koch, Alfonso Ponce de León o Gregorio Prieto.
También Dalí, Magritte y Warhol
Ocho cuadros de Dalí ilustran del uso de la sombra en el surrealismo, junto a obras de Yves Tanguy, René Magritte, Paul Delvaux y Esteban Francés. Completan la sala las obras intrigantes de Max Ernst y Joseph Cornell.
Andy Warhol y Roy Lichtenstein, en el pop, junto a Ed Ruscha, Gerhard Richter o Susan Rothenberg, muestran su atracción por la sombra, presente también en las fotografías de autores como Man Ray, Alexander Rodchenko o Constantin Brancusi, junto a fotógrafos españoles como Lekuona, Català-Roca o Masats. Cierra la sección un conjunto de tres fotografías de gran tamaño de Sam Taylor-Wood.