Economía y negocios

Fernández Ordóñez dice ahora que no propuso abaratar el despido

Afirma que sólo invitaba a aprender de lo que hacen otros países

El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ha asegurado que durante su intervención de hace dos semanas en Zaragoza, no habló de abaratar el despido en España ni propuso recetas para reformar el mercado laboral español, sino que se limitó a hacer una análisis de su actual situación.

Durante su comparecencia en la Comisión de Economía del Congreso y en respuesta a numerosas preguntas de los partidos políticos, Fernández Ordóñez ha asegurado que su discurso no proponía abaratar el despido en ningún momento, sino que invitaba a aprender de lo que hacen otros países que actualmente tienen unos niveles de paro mucho más reducidos.

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Ha afirmado, además, que las frases de su discurso estaban "medidas" y que en ningún momento le posicionaban en contra de la indemnización por despido, aunque ha admitido que habría que examinar el diseño de la prestación para evolucionar hacia un sistema que genere menos paro, más productividad y que permita aumentar el salario real de los trabajadores.

Un cambio de modelo

En este sentido, puso como ejemplo el modelo austriaco, un modelo que consideró bueno para el mercado de trabajo de un país por estar basado en una indemnización por despido con "características fantásticas" para el trabajador.

No obstante, ha considerado "un error" reducir el debate a la necesidad o no de abaratar el despido, ya que España cuenta con un mercado laboral en el que crece mucho el paro porque se despide mucho y se contrata poco. "Aprendamos de otros países", sugiere.

Por otro lado, Fernández Ordóñez ha advertido de que ni España ni otros países superarán la crisis económica hasta que no lo haga EEUU, y ha asegurado que es "muy difícil" que un país salga por si solo de la crisis si antes no ha salido EEUU. Por este motivo, ha considerado "crucial" lo que pueda pasar de ahora en adelante en la economía americana, aunque admitió que las previsiones, de momento, no son muy optimistas.

Por este motivo, consideró también "crucial" la cooperación de los países para superar la crisis, ya que se trata de un ajuste global que no se podrá resolver "país a país". En este sentido, calificó de "muy positiva" la reacción del G-20, ya que, a su parecer, "ésa es la vía que puede detener aquellos fenómenos de la globalización que pueden ser terribles".

En este sentido, ha admitido que habrá que cambiar muchas cosas porque se han cometido "muchos errores", pero insistió en la necesidad de mantener la globalización sobre todo en el sistema financiero, ya que es algo muy positivo que permite ahorrar en un sitio del mundo y al mismo tiempo invertir en otro.