El sector inmobiliario ha cerrado 2008 con una caída en las transacciones de pisos del 32,6%, lo que equivale a que durante el pasado ejercicio, que quedará para la historia como el annus horribilis del ladrillo tras un lustro de excesos, se vendiesen un total de 564.464 casas, el número más bajo desde que arranca la serie histórica en 2004. Además, atendiendo a los datos por trimestres publicados hoy por el Ministerio de Vivienda, entre octubre y diciembre cambiaron de dueño 125.419 viviendas, un 34,7% menos que en el mismo periodo del 2007 pero un ligero avance del 2% frente al periodo posterior. Una mejoría previsible si se tiene en cuenta que entre julio y septiembre se alcanzó el mínimo histórico con apenas 122.949 operaciones. Al igual que recogen los archivos del INE, que elabora una estadística similar a partir de las transmisiones de derecho de la propiedad, la mayor caída se registra en la vivienda usada, que de enero a diciembre se ha reducido casi a la mitad al caer un 45,6% y contabilizar 231.038 ventas, en tanto que las ventas de pisos nuevos han disminuido un 19,2%, hasta las 333.426 operaciones. Los expertos atribuyen este desfase a que las promociones de obra nueva, aparte del mayor margen que ofrecen este tipo de inmuebles en cuanto a su valor, se dan más facilidades a la hora de subrogar las hipotecas desde el constructor al comprador. Un factor determinante en los actuales tiempos de poco crédito. No obstante, atendiendo también a los datos por trimestres, el calado de la crisis que sufre el sector y el parón de las ventas está provocando que ambos segmentos acorten distancias ya que en los últimos meses de 2008 las transmisiones de casas nuevas ha aumentado su caída al 30% con 74.970 operaciones; mientras la usada modera su desplome al 40% con 50.449 ventas. Las cooperativas de viviendas ganan terreno a costa de la crisis Una cooperativa de viviendas en cinco pasos