¿Ventajas de ser zurdo?
Según varios estudios el hecho de estar en minoría conduce a algunos a tener una visión más global de las cosas
Liberados de connotaciones satánicas y luciferinas, de mitos y leyendas que históricamente les han relacionado con el "lado oscuro", los más de quinientos millones de zurdos que hay en el mundo ven con complicidad la nueva imagen que transmiten izquierdos universales como Barack Obama o Rafael Nadal.
¿Son mejores, más hábiles, más dotados para la política o para el deporte los que manejan con más destreza la mano izquierda, es decir un 10% de la población mundial?. Desenvolverse en un mundo pensado para diestros ¿les hace más perseverantes, más tenaces, más espabilados? .
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Aparentemente sí, si se tiene en cuenta que de los últimos presidentes de EEUU, además del actual, Bill Clinton, George Bush (padre) o Ronald Reagan lo eran, según la prensa estadounidense, o que todos los puntos del equipo español en la última Copa Davis fueron conseguidos por jugadores que manejan la zurda: Rafa Nadal, Fernando Verdasco y Feliciano López. Como es sabido, Nadal solo es zurdo para jugar al tenis.
"La Ciencia no ha demostrado que ser zurdo signifique algo distinto a ser diestro. Es algo poco investigado" explica José Eugenio Ortega, profesor de Psicobiología de la Universidad Autónoma de Madrid, y autor de "Diez consejos para escribir con la mano izquierda" (Ed.Manozurda). Sí es cierto que "el hecho de estar en minoría conduce a algunos a tener una visión más global de las cosas, más facilidad para situarse en el lugar de su oponente. Algunos podrían estar dotados de una mayor empatía", afirma este profesor.
Juan José Zarranz, jefe de Neurología del Hospital de Cruces de Bilbao, cree que "estas generalizaciones no se deben hacer. En la zurdera natural -la patológica tiene otras connotaciones- no hay diferencias con respecto a los diestros salvo que resolvemos las cosas de manera distinta. Ni mejores, ni peores, diferentes".
Otra cosa son los deportes de oposición, como el tenis o el boxeo, en los que manejar la izquierda tiene más ventajas. "Los diestros son más previsibles al ser mayoría, mientras que los zurdos descolocan al contrario", explica José Eugenio Ortega. Tan descolocados como quedó Roger Federer en la final del Open de Australia, donde tras ser batido por Rafa Nadal y, tocado anímicamente, declaró:"Me gustaría ser zurdo".
Aunque a España le corresponderían cuatro millones y medio (en torno al 10% de la población), no es fácil encontrar izquierdos conocidos, salvo en el mundo del deporte, donde a la lista de tenistas se unen futbolistas como Raúl o Iker Casillas. Por ejemplo, en el Congreso de los Diputados tan sólo han aflorado los socialistas Juan Fernando López Aguilar y Leire Pajín, y Joan Herrera de Iniciativa per Catalunya (ICV). El escritor Javier Marías o el Rey Juan Carlos están en esa breve lista.
Con la derecha niños, con la derecha
"Es infrecuente, porque en las generaciones más adultas la zurdera se corregía", explica López Aguilar, candidato socialista al Parlamento Europeo en las elecciones del próximo 7 de junio. "Es lo que el Rey me contó que le pasó", dice. El político socialista ha relatado que, siendo ministro de Justicia, acudió al Palacio de la Zarzuela para inscribir a la Infanta Leonor, primogénita de los Príncipes de Asturias, en el Libro de Registro de la Familia Real. Cuando el Rey le vio escribir con la izquierda le dijo que él también había sido zurdo, pero que le obligaron a escribir con la derecha.
La afirmación de la zurdera en la primera infancia "imagino que denota determinación, fortaleza de voluntad, resistencia, perseverancia y rebeldía", explica el candidato socialista. "Y en política, escribir con la izquierda, que significa cierta forma de autoafirmación, puede ser sintomático de aptitudes para la resolver situaciones complejas".
Absuelto de su zurdera "por ser un niño dibujante y pintor prodigio", López Aguilar recuerda que, hasta entonces, en su colegio de Las Palmas, era reprendido por escribir y persignarse con la izquierda, "la mano del diablo", le decían. "Con la derecha, niños, con la derecha", fue el lema de su infancia.
"Cuando te das cuenta que tu lado es el siniestro, ves que hay categorías conceptuales y morales concebidas desde y para la derecha: te enseñan que la derecha es lo recto, lo correcto. Y esto es así en una diversidad de lenguas, en las mismas en las que la izquierda es identificada con la desviación de la norma, cuando no con lo siniestro, lo sórdido, con el lado oscuro de la fuerza, del ángel caído, lo luciferino, la pérdida de la gracia", razona este político.
Pero lo que más le disgustó, ya en la edad adulta, es saber que "en realidad lo que nos pasa a los zurdos es que tenemos el hemisferio derecho dominante. Me impactó negativamente. No me sentó nada bien", ironiza el diputado socialista. Distinta suerte corrió Joan Herrera (ICV), escolarizado en torno a los años setenta en una escuela de la CEPEC "un movimiento pedagógico bastante avanzado" en el que no le obligaron a usar la diestra. "Encontramos dificultades porque el mundo está hecho para diestros, desde escribir hasta conducir, y necesitamos algo más de perseverancia, sobre todo en lo cotidiano", asegura Herrera.
Cuestión de hemisferios
Ese reparto de hemisferios cerebrales (el derecho dominante para los zurdos y el izquierdo para los diestros) se produjo en un momento determinado de la evolución, en el que el cerebro decidió que sería conveniente tener un circuito motor preferentemente en un lado. "No sé cuando ocurrió -explica el neurólogo Juan José Zarranz-.
Me temo que los hombres primitivos usaban las dos manos, pero cuando aparece la escritura y el manejo de herramientas más finas, el cerebro decide, en función de la economía, que era más rentable manejar una mano preferentemente. Y de la misma manera una parte muy importante del lenguaje la localizó en un hemisferio del cerebro".
Reprimir la zurdera, lo que ha dado un buen número de lo que se denomina "zurdos contrariados", "puede causar retrasos en alguna función. Conmigo lo intentaron, y lo único que consiguieron es que no escribiera bien hasta los diez años. Emborronaba todo, era un desastre", explica el doctor Zarranz, con una zurdera familiar desde hace cinco generaciones.
Las cosas han cambiado y ahora "el niño zurdo no tiene por qué presentar problemas en la escuela. Si un niño es zurdo lo mejor que se puede hacer es enseñarle a serlo al máximo, y no preocuparnos de la derecha, porque ésta va a ir sola. Ya será la vida quien la enseñe", explica José Eugenio Ortega.
Este profesor cree que "bien educado, el niño zurdo tendrá una manualidad mejor que el diestro, porque va a utilizar la izquierda a tope y con la mano derecha va a tener una habilidad mayor que el diestro con la zurda".
Pero a pesar de las nuevas técnicas pedagógicas, los niños izquierdos tendrán que seguir adaptándose a un mundo para diestros.
"Este estrés adaptativo, unido a factores como que algunas alergias podrían afectarles más, determina, según algunas teorías en estudio, que la expectativa de vida del zurdo sea algo menor", explica José Antonio Portellano Pérez, neuropsicólogo, profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense y zurdo. Un mundo para diestros que la tienda Mano Zurda, en Madrid, pretende suavizar con una serie de objetos. "Lo que más vendemos es material escolar e instrumentos domésticos como tijeras, sacacorchos y abrelatas", explica Odalys, propietaria del establecimiento.