Secuestrados en Darfur tres miembros de Médicos sin Fronteras

Tres trabajadores de la organización Médicos sin Fronteras han sido secuestrados en la región de Darfur, en el oeste de Sudán.

Inicialmente, la Misión de la ONU en Darfur (UNAMID) había informado del secuestro de seis cooperantes de MSF Bélgica, si bien posteriormente su director de comunicaciones, Kemal Saiki, ha precisado que se trataba de cinco trabajadores humanitarios. "Podemos confirmar que un grupor de hombres armados llegó al lugar y ordenó a cinco personas que les siguieran. Se trataba de tres cooperantes extranjeros y dos locales", ha señalado.

El secuestro, según UNAMID, se produjo en una zona de Darfur Norte a unos 200 kilómetros al oeste de la capital provincial, El Fasher. Según un responsable de la ONU que ha preferido mantener el anominato, los rehenes son un italiano, un francés y un canandiense.

Masni ha asegurado que los trabajadores de Médicos sin Fronteras fueron secuestrados este miércoles en Sharf Umra, una zona situada a 200 kilómetros al oeste de esta localidad. Por su parte, el portavoz del ministerio de Exteriores sudanés Ali Sadeq ha condenado desde Jartum el secuestro y lo ha calificado de "acción atroz". Sadeq ha subrayado que el Gobierno sudanés hará todo lo que esté en sus manos para liberar a los rehenes, a la vez que ha hecho hincapié en el compromiso del Ejecutivo de proteger a los trabajadores de las ONG que realizan sus labores en suelo sudanés.

Este anuncio se produce después de que el pasado 4 de marzo la Corte Penal Internacional emitiera una orden de arresto contra el presidente sudanés, Omar Hasan al Bachir, por crímenes de guerra y lesa humanidad por su supuesta vinculación con el conflicto de Darfur.

Ese mismo día, Al Bachir decretó la expulsión de una decena de ONG extranjeras que trabajan en Sudán, entre ellas las secciones de Médicos sin Fronteras de Francia y Holanda.

El conflicto de Darfur se inició en febrero de 2003 cuando dos grupos insurgentes, el Movimiento de Justicia e Igualdad (MJI) y el Movimiento para la Liberación de Sudán (MLS), se levantaron en armas contra el régimen de Jartum en protesta por la pobreza y la marginación que sufrían los habitantes de esta región.

Desde el inicio del conflicto, cerca de 300.000 personas han muerto y otros dos millones y medio se han visto obligadas a abandonar sus hogares, según cálculos de la ONU.