Los estudiantes españoles salen a la calle para protestar contra el plan Bolonia

Los estudiantes españoles han vuelto a salir a las calles para protestar contra la creación de un espacio único europeo de educación superior, núcleo del plan Bolonia. En Barcelona, unos 6.000 estudiantes, según la guardia urbana, han participado en una manifestación que ha terminado con el encierro de unas cien personas en un patio interior de la Universitat Pompeu Fabra.

Al ritmo de consignas como "fuera las empresas de la universidad" y de apelaciones a la "guerra social", una manifestación de 6.000 personas, según la guardia urbana y 15.000, según la Coordinadora de la Asamblea de Estudiantes (CAE) ha tenido lugar la mañana de este jueves en Barcelona.

Durante el recorrido de la manifestación, algunos encapuchados han lanzado globos de pintura contra las fachadas de empresas y establecimientos y otros cinco jóvenes se ha encaramado a un andamio y han colgado un cartel con la imagen del estudiante de la UAB que lleva 18 días en huelga de hambre en protesta por las medidas del plan Bolonia.

2.000 en Madrid

En Madrid unos 2.000 jóvenes han salido a la calle para pedir que se organice un "debate público real" que tenga una audiencia masiva y que no caiga "en saco roto".

La ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, ha sido una de las personas más aludidas durante la manifestación, que ha trascurrido sin incidentes, con gritos que pedían su dimisión (''Garmendia dimisión, es la solución'') y una "mayor transparencia" por parte del Gobierno.

Además, un grupo de estudiantes anti-Bolonia ha invadido la Gran Vía de Madrid, lo que ha impidiendo la circulación de vehículos durante unos minutos.

La manifestación en Madrid se ha saldado con un detenido por golpear a un policía en el centro de la capital.

Protestas en otras ciudades

Las calles de Murcia, Salamanca, Valencia, Palma de Mallorca, Valladolid, Cuenca, Zaragoza, Sevilla, Huelva y Oviedo, entre otras capitales de provincia, han acogido las protestas de centenares de estudiantes que se muestran contrarios al plan Bolonia por entre otros motivos, lo que consideran se trata de una "mercantilización de la universidad". En muchos casos la llamada ha sido común: solicitan un debate abierto que incluya a los estudiantes antes de aplicar la creación de un espacio único europeo de educación superior.