Bolivianos acorralados

Madrid

Son la tercera población latina más numerosa en España pero la mayoría no tiene papeles lo que les ha convertido en un blanco fácil para las redadas de la Policía. Muchos de ellos pasan sus días en los Centros de Internamiento de Extranjeros a la espera de un cupo en un avión para retornar a Bolivia en calidad de expulsados.

"Ilegal hasta los dientes" como el mismo se autodefine, Mario Mercado de 56 años es la personificación de la despreocupación. Fue uno de los detenidos por la policía en la última redada masiva del pasado 26 febrero. "Nos acorralaron a unas 30 personas de los cuales 24 éramos bolivianos. Nos llevaron a Aluche y nos tomaron fotos de todas partes y dejamos la huella digital hasta del dorso de la mano como si fuésemos delincuentes", relata gesticulando las posturas. Pero al final todos fueron puestos en libertad con sus respectivas cartas de expulsión. "Uno de los guardias dijo que no había cupo en los aviones para tantas personas y nos soltaron" añade haciendo encogiendo los hombros.

Mario se ofreció voluntariamente para que lo retornen a Bolivia si había cupo pero la idea de estar encerrado durante dos meses le hizo abandonar la idea. "No soy ningún delincuente para estar encerrado. Prefiero seguir en la calle buscando trabajo pero si me vuelven a llevar que sea directo al avión", dice tajante.

El lugar de reunión de los bolivianos que están sin trabajo es la plaza Elíptica en Madrid. Acuden desde las seis de la mañana y esperan pacientemente a que alguien los contrate en algún trabajo temporal. Cuando para un vehículo corren y se arremolinan para ofrecer sus servicios "de lo que sea". Pero a la vez, la Plaza, es un lugar conocido y visitado a diario por la Policía. Ellos lo saben, pero su desesperación por encontrar un trabajo les hace correr el riesgo a diario. "Dan una vuelta en su patrulla y observan. A los que se retiran asustados, a esos los detienen", relata Marcos que aun no ha sido fichado por la Policía.

El mes de febrero fue uno de los más angustiosos para este colectivo que se vio acosado y acorralado por la Policía debido a una disposición extraordinaria del Ministerio del Interior que fijó un cupo de detenciones diarias. "Extranjeros: en base a la población de cada distrito, hay que hacer un número de detenidos".

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Cristóbal Condori de 31 años y que vive desde hace dos en Madrid fue uno de ellos. Desde noviembre de 2007 no tiene trabajo y desde entonces ha sobrevivido de "chapucillas". Con su mochila llena de sus herramientas de trabajo de la construcción espera paciente en las Plaza Elíptica a que alguien requiera de sus servicios como albañil. Conoce bien el Centro de internamiento de Extranjeros de Aluche donde ha ido en dos ocasiones. Lo soltaron al cabo de unas horas con su carta de expediente bajo el brazo. "Cuando te dan esa carta te dejan de molestar seis meses, no pueden volver a detenerte" afirma aliviado

Estas órdenes, dirigidas a los agentes de la Policía Nacional, figuran en un documento interno que se repartió en la comisaría de Villa de Vallecas tras una reunión de comisarios celebrada el pasado 12 de noviembre. El objetivo era detener a 35 extranjeros a la semana, según denunciaron los sindicatos de la Policía.

Milos Robles, representante de la Asociación de Bolivianos en Barcelona denunció que los policías vestidos de civiles esperan a los inmigrantes a la salida del metro en Barcelona a los que detienen sin contemplación si no tienen papeles. "Uno se asusta al ver a un policía de civil y directamente nos piden papeles, tarjeta y si no hay, adentro", señala exaltado.

Las quejas de las detenciones indiscriminadas llegaron hasta las oficinas consulares bolivianas en toda España lo que ha motivado que la Embajada Boliviana inicie gestiones ante el Defensor del Pueblo. La embajadora, Carmen Almendras, denunció la intervención de la policía con allanamientos de domicilio en la Región de Murcia y la Comunitat Valenciana. Mientras que en Madrid son acosados en los barrios de mayor afluencia de bolivianos como es el distrito de Usera, Legazpi y en las estaciones de metro.

El ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, negó que la Policía esté realizando detenciones indiscriminadas, pero la Dirección General de la Policía admitió que recibieron una instrucción para eliminar esa orden.

Los colectivos inmigrantes siguen denunciando las redadas en el metro, los locutorios y los lugares frecuentados por los inmigrantes, no sólo en Madrid sino tambien en Barcelona, Castilla y León, Murcia, entre algunas ciudades españolas. Las quejas de los bolivianos se suman a la de otros grupos de inmigrantes que han decidido denunciar las detenciones en videos que cuelgan en internet

"Antes era cuestión de suerte. Pero ahora te paran todos los días"

Para Alex Ventura, un cochabambino de 37 años, que la Policía te detenga era cuestión de suerte, pero la buena fortuna ha cambiado con las redadas diarias y la presión de la policía. Aún recuerda sus penurias para esquivar a los guardias de seguridad cuando iba al trabajo y tenia que tomar el metro. "La primera vez me detuvieron fue cerca de mi trabajo en Barcelona por eso decidí venirme a Madrid a probar suerte", recuerda. Pero en la capital lo detuvieron en varias ocasiones. Con la presentación del resguardo de su expulsión lo soltaban a la espera que se venciera el plazo. Eso no ocurrió y pudo regularizarse y ya lleva 7 años España.