Gascoigne: "He llegado a beber cuatro botellas de whisky al día"
El ex futbolista afirma que se siente utilizado por su hijo y reconoce que abusó de su mujer
Paul Gascoigne ha reconocido haber sufrido tres desvanecimientos durante su terapia de rehabilitación después de haber intentado suicidarse por sus constantes problemas con el alcohol y las drogas
"Mi corazón falló en tres ocasiones, los médicos lucharon por revivirlo. Es muy sencillo, es el camino más fácil, tomas unas cuantas pastillas para dormir, te das un baño caliente y bebes un poco... simplemente caes desplomado", relató el ex jugador inglés en una entrevista concedida a Sky News en la que reconoció haber bebido "cuatro botellas de whisky al día".
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Pese a todo, el excéntrico internacional ''pross'' siente que está ganando "la batalla contra la bebida". "No he probado una gota de alcohol en los últimos cuatro meses, no, hay tanta gente a la que no puedo decepcionar...", asumió. "Ya había tomado lo suficiente de todo, llamé a mi hermana para decirle que me iba a dar un baño para relajarme, quizás ella pudo tomarlo como una pista, pero no me dí cuenta de que realmente era una llamada para pedir ayuda, porque le dije también que la quería", recordó. Y es que nada más entrar en la bañera ''Gazza'' comenzó a sentirse indispuesto. "Entré, me tumbé y comencé a sentir que me desvanecía, sólo recuerdo que me desperté del sueño cuando la Policía entró en mi casa y entre seis me sacaron del cuarto de baño", explicó.
"Me siento utilizado por mi propio hijo"
Asimismo, la estrella inglesa también confesó su remordimiento por haber abusado físicamente de su ex mujer Sheryl y cómo se sintió "manipulado" por su hijo de 12 años Regan. "Si tú estás sentado en un restaurante y alguien dice que tu madre es una prostituta como ella hizo sin razón alguna, pues no me gusta. La cogí de los brazos y la tiré al suelo, estaba disgustado por lo que había hecho", se excusó.
En cuanto a la relación con su hijo, Gascoigne se mostró sorprendido por las palabras publicadas en las últimas semanas. "Pensé que lo estábamos educando bien, le regalé una bicicleta y lo siguiente que leí en los periódicos es ''No quiero volver a ver a mi padre'', acababa de ir al colegio con él, firmé a todos sus compañeros todos los autógrafos que me pidieron y él decía ''Este es mi padre'', así que ahora me siento utilizado por mi propio hijo", lamentó.
