Un 'hacker' de Cádiz espía los correos de periodistas y escritores
La policía cree que ha podido entrar en los correos electrónicos de más de mil personas
La Guardia Civil de Huelva, en colaboración con el Cuerpo Nacional de Policía, ha detenido a un ciberdelicuente, J.M.N., de 41 años de edad y vecino de la localidad gaditana de Jerez de la Frontera, que habría vulnerado la seguridad electrónica de más de un millar de personas.
En la denominada operación Yacimiento desarrollada en la provincia de Huelva, a un ciberdelincuente entre cuyas víctimas se encuentran políticos, periodistas y escritores, así como distintos grupos de profesionales de la comunicación, médicos y bufetes de abogados, según ha informado la Subdelegación del Gobierno en una nota, entre las víctimas.
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Las investigaciones se iniciaron a raíz de una denuncia presentada por el Ayuntamiento onubense de Minas de Riotinto, en la que se ponía en conocimiento que una persona podía haber vulnerado varias cuentas de correo electrónico, oficiales y particulares, pertenecientes a la corporación.
Entró en cientos de ordenadores
Tras el análisis de los datos obtenidos, la Guardia Civil puso en marcha un dispositivo para poder detectar los rastros electrónicos, lo cual permitió realizar un seguimiento hasta los ordenadores de la universidad gaditana, donde los investigadores identificaron al sospechoso.
Dicha persona resultó ser un auténtico experto en el manejo de tecnologías de comunicación avanzadas y estaba dotado de una gran preparación académica siendo licenciado en Ciencias de la Documentación y la Comunicación, Lingüística y diplomado en Biblioteconomía.
El ahora detenido fue capaz de vulnerar la seguridad de cientos de ordenadores conectados a Internet, de los que sustraía las claves de acceso a los correos electrónicos y posteriormente los estructuraba para buscar la información personal sensible de las víctimas.
Suplantaba las personalidades
Asimismo, el detenido realizaba otro tipo de prácticas, como era hacerse pasar por una de sus víctimas, utilizando para ello las propias cuentas de correo electrónico, así como, en algunos casos, llegar a solicitar las bajas en los servicios de fluido eléctrico y telefónico.
Las técnicas utilizadas por el hacker, denominadas de ingeniería emocional, llegaron en algunos casos a requerir en las víctimas apoyo psicológico por producirles temor.
De los registros practicados, la Guardia Civil intervino numerosos cuadernos con anotaciones sobre sus víctimas, y en los que recogía minuciosamente datos relativos a cuentas de correo electrónico, contraseñas, números de cuentas bancarias, números de tarjetas con su respectivo PIN, entre otros.
