Obama anuncia la quiebra de Chrysler y una alianza con Fiat
El gigante automovilístico se ve obligado a declararse en suspensión de pagos al no alcanzar un acuerdo con sus acreedores
El presidente estadounidense, Barack Obama, ha anunciado que el consorcio automovilístico Chrysler se ha visto obligado a declararse en suspensión de pagos, después que no se haya alcanzado un acuerdo con sus acreedores.
Obama ha señalado también que la multinacional con sede en Auburn Hills (Detroit) ha llegado a un acuerdo para la formación de una alianza con la italiana Fiat.
El presidente ha señalado que el periodo en el que Chrysler se acoja al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras del país será "rápido y eficiente" y servirá para que la empresa sea más competitiva y para asegurar su viabilidad en el futuro.
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Asimismo, Obama resaltó que a través del acuerdo con Fiat, la firma italiana se convertirá en un accionista mayoritario de Chrysler y compartirá "miles de millones de dólares" en tecnología con la compañía estadounidense.
Las conversaciones entre el Tesoro y los acreedores de la empresa se rompieron después de que el grupo de trabajo de automoción constituido por el Gobierno estadounidense trabajara para lograr que los bancos y 'hedge funds' aceptaran un acuerdo para reducir la deuda de la corporación.
Los acreedores de la multinacional automovilística rechazaron la última oferta propuesta por el Gobierno estadounidense, en la que se recogía el pago de hasta 2.250 millones de dólares (1.730 millones de euros) en metálico a cambio de que condonaran 6.900 millones de dólares (5.307 millones de euros) de deuda de Chrysler.
Este viernes terminaba el plazo que dio Barack Obama para que Chrysler llevara a cabo la reestructuración de su deuda, que asciende a 6.900 millones de dólares, firmara una alianza con Fiat, y llegara a un acuerdo con los trabajadores para reducir los costes laborales.