'Watergate': La forma en que 'El New York Times' perdió la primicia del siglo
'El New York Times' publica este martes que el reportero Robert Smith informó a su redactor jefe, Robert Phelps, de que tenía información al respecto. Sin embargo, todo se dejó pasar
Durante 37 años Robert Smith y Robert Phelps, conocidos como Bob Woodward y Carl Bernstein, fueron aclamados con Pulitzers, con diferentes contratos para el libro y película, y con la fama por su investigación de la presentación de los informes del escándalo Watergate. Sin embargo, todo este tiempo ellos sabían que la noticia -y las riquezas de la misma- podrían haber sido de otros.
Ahora, en un reconocimiento de que debe ubicarse entre los más increíbles de la historia de la prensa, 'El New York Times' revela que sus periodistas habían seguido de cerca la historia de 'The Washington Post' antes que sus rivales, pero que sin embargo habían dejado pasar la bola.
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Ya en agosto de 1972, dos meses después de la desintegración del edificio Watergate, se informó de los principales detalles del escándalo. Estuvieron muy cerca de destapar la historia que obligó a la dimisión de Richard Nixon, que define a una generación y pasó a ser una leyenda periodística.
'El New York Times' publica este martes que el reportero Robert Smith informó a su redactor jefe, Robert Phelps, de que tenía información al respecto, surgida tras un almuerzo con un responsable del FBI.
Era agosto de 1972, y Smith se disponía a abandonar el periodismo para ingresar en la facultad de Derecho de la Universidad de Harvard, y Phelps iba a emprender un viaje de un mes a Alaska, indica el diario. La información se guardió en un cajón y se perdió.
Adiós a una gran historia
No hay explicación para un editor como Phelps, ahora con 89 años, dejara escapar una oportunidad así.
En 2005 se supo que 'Garganta Profunda', la misteriosa fuente que relata a Woodward y Bernstein los pormenores del caso, era Mark Felt, entonces director adjunto del FBI.
La historia de cómo 'El New York Times' perdió la oportunidad de poseer una de las grandes historias del periodismo de investigación ha sido informada por un documento que lo afirma. Este información ha sido publicado en una memoria, que ha pasado en gran parte inadvertida y que ha sido publicada el mes pasado por Phelps. En ella se publica una entrevistas a él y a Smith.
Aunque ahora nunca alcanzará el estatus de celebridad que ha alcanzado Woodward, Phelps seguramente también merece un premio por su honestidad periodística.