Federer se enfrentará a Roddick en la final
El suizo se impone al alemán Tommy Haas mientras que el estadounidense acaba con Murray en cuatro sets (6-4, 4-6, 7-6 (7) y 7-6 (5))
El tenista suizo Roger Federer ha impartido una clase magistral en la primera semifinal del torneo de Wimbledon, tercer Grand Slam de la temporada, tras imponerse al alemán Tommy Haas por 7-6(3), 7-5 y 6-3, que le permite disputar su séptima final consecutiva, además de optar a la recuperación del número uno mundial.
El de Basilea ganó con excelencia, demostrando la elegancia en cada golpe y teniendo siempre controlado el partido. Su triunfo en la tierra batida de París ha cambiado el gesto de su cara y las voces que anunciaban un Federer menor han desaparecido con la fuerza del viento.
Podría recuperar el primer puesto
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El jugador helvético, que podría recuperar el número uno si vence sobre la hierba británica, no dejó espacio a las dudas a pesar de tener enfrente a un más que notable Tommy Haas. El alemán sólo le puso en entredicho cuando más débil se comportaba sobre el verde del All England Club.
La facilidad con que Federer acumulaba puntos a su marcador le hacía perder intensidad en su juego y aireaba a un valiente Haas. El vigente campeón de Roland Garros está, por séptima ocasión consecutiva, en el escenario ideal para seguir agrandando su historia y su nombre en el deporte de la raqueta.
El primer set acabó en el tie-break 7-6(3), pero la igualdad de marcador no fue tal en la pista. Federer solventó los servicios con tranquilidad, sin moverse muchas veces del centro del tapete verde, mientras que Haas sufría lo suyo para mantener el ritmo de su oponente.
Con la primera manga en el bolsillo, Federer comenzó con la misma fuerza en el segundo, que desarrolló el mismo guión que el inicial. Con 5-5, toda hacía indicar que un nuevo tie-break decantaría la balanza, pero el suizo rompió -por primera vez en el choque- el saque del germano para colocar el 7-5 final.
Federer cede sólo once puntos con el saque
En todo el partido, Federer cedió sólo once puntos con su saque, y dos de ellos correspondieron al último set. El diestro, que oposita a su sexto entorchado, firmó un juego impecable en la manga definitiva. No dejó hacer a Haas, que se movió al fondo de la pista con más corazón que cabeza.
Federer, con empate a tres, encadenó otros tantos juegos a su favor para cerrar el partido con una increíble volea que culmina su gran actuación en Londres. El primer favorito del torneo buscará este domingo ante Andy Roddick un triunfo que le deje a un sólo paso de ilustres como Pete Sampras o William Renshaw.
Andy Roddick, el otro finalista
Roddick subió su nivel para apear a un Murray que llegaba con la vitola de favorito. El de Nebraska rayó a gran altura con su servicio, en la dinámica habitual, pero además ofreció una consistencia inhabitual desde el fondo de pista y una derecha ''aguda'' que molestó a Murray pese a su capacidad de recuperación.
Murray, que perseguía un hito histórico porque desde 1938 un británico no juega la final de Wimbledon, se vio sorprendido cuando sacaba para igualar a cinco en la primera manga, que cayó del lado del estadounidense al resto.
El británico, que ya había superado adversidades en este torneo, se recuperó de inmediato e igualó el partido de nuevo por 6-4. Pudo aprovechar su momento porque en el primer juego del tercer set dispuso de tres pelotas de ''break'', pero el campeón del US Open en 2003 resistió y enderezó el partido.
Roddick, desde entonces, ganó con mayor aplomo sus servicios y ambos encaminaron el partido a un ''tie-break'' dramático, que tendría mucho que decir en el devenir posterior del encuentro. Ambos tenistas cuajaron un juego de desempate espectacular. Murray tuvo su ''set-ball'', pero no lo aprovechó. En cambio Roddick sí lo haría a la segunda, siendo agresivo y subiendo a la red.
De nuevo en el cuarto Murray se aferró al encuentro aunque era Roddick quien dominaba desde el fondo con una derecha muy afilada. El de Dunblane contó incluso con pelota de rotura en el séptimo juego, pero se fue al limbo y ambos tenistas volvieron a citarse en la muerte súbita.
En la misma, de nuevo Roddick ofreció mayor determinación y se apuntó el triunfo por 7-5 para disputar el domingo su tercera final en Wimbledon, ante el mismo rival -Roger Federer-, pero soñando con otra suerte porque en ambas cedió ante el de Basilea.