Los soldados israelíes aseguran que en la guerra en Gaza "no hubo límites"
Una veintena de militares revelan a la ONG 'Rompiendo el silencio' las órdenes de sus superiores durante los ataques a la franja de comienzos de año
Seis meses después no entra dinero liquido ni materiales de construcción y los escombros todavia no se han retirado de las zonas bombardeadas. / CADENA SER
Israel rechaza las acusaciones de Amnistía Internacional, Human Rights Watch y agencias de la ONU que la acusan de haber matado a civiles durante su invasión de la Franja de Gaza el pasado mes de enero. Ahora, algunos de los soldados israelíes que participaron en la incursión han declarado que sus superiores les instaron a disparar primero y después a preocuparse de distinguir entre civiles y combatientes. En un testimonio escrito y en vídeo publicado por el grupo Breaking the Silence, 30 soldados dijeron que la orden del Ejército israelí era minimizar sus propias víctimas para asegurar el apoyo público israelí a la operación.
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"Mejor disparar a un inocente que dudar en dar en el blanco enemigo", son las palabras con las que un soldado no identificado describe las instrucciones recibidas en las reuniones informativas previas a la invasión y durante los 22 días de ofensiva. "Si no estás seguro, mata. La capacidad de fuego era insensata. Entramos y los estruendos eran desenfrenados", recuerda otro sobre la operación que se extendió desde el 27 de diciembre hasta el 28 de enero.
"En el minuto en que llegamos a nuestra línea de salida, simplemente comenzamos a disparar a lugares sospechosos", agregó. "En una guerra urbana cualquiera es enemigo. No hay inocentes", precisó. La operación de Israel tenía el propósito declarado de obligar a los combatientes islamistas de Hamás a que dejaran de disparar cohetes a ciudades israelíes.
Un grupo palestino de derechos humanos informó de que 1.417 personas murieron y que 926 de ellas eran civiles. Por su parte, el Ejército israelí estimó la cifra en 1.166 y agregó que sólo 295 eran civiles. El Estado judío comentó que 10 de sus soldados y tres civiles murieron a causa del enfrentamiento.
Calles enteras de algunos sectores de la Franja de Gaza fueron arrasadas para disminuir el riesgo de víctimas israelíes en ataques con armas pequeñas y bombas trampa. Naciones Unidas indicó que el enclave costero seis meses después está comenzando a limpiar las 600.000 toneladas de escombros.
Silencio en los medios
Los soldados del Ejército israelí tienen órdenes de no hablar con los medios de comunicación. El informe de 112 páginas de Breaking the Silence incluye el testimonio de 30 soldados "que sirvieron en todos los sectores de la operación".
"La mayoría (...) aún está sirviendo en sus unidades militares regulares y acudieron a nosotros profundamente consternados por el deterioro moral de IDF (la Fuerza de Defensa Israelí, por su sigla en inglés)", precisó. Sus relatos son "suficientes para cuestionar la credibilidad de las versiones oficiales de IDF", agregó.
El Ejército israelí rechazó las críticas y las acusó de estar "basadas en rumores", pero prometió a través de un comunicado, investigar cualquier reclamación formal de mala conducta. Defienden que sus tropas han respetado las leyes internacionales durante "enfrentamientos complejos y difíciles".