Una mujer de Arizona admite que torturó hasta la muerte a un paralítico
Con sangre fría y sin pestañear un instante ha explicado que le conoció en una parada de autobús, y que cuando éste le contó que había sido un soplón en la cárcel se enfadó tanto que le mató
Una mujer del estado de Arizona ha admitido impasible ante las cámaras de una cadena de televisión que hace unas semanas torturó hasta la muerte a un hombre en silla de ruedas que había conocido horas antes en una parada de autobús. Es de Fénix, se llama Angela Simpson y tiene 33 años, y ha admitido desde la cárcel y sin ningún tipo de remordimientos que a principios de mes asestó más de medio centenar de puñaladas a Terry Neely, un discapacitado de 46 años.
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La chica explicó que entonces le propuso ir a su casa para pasar una noche loca de sexo y drogas. "Lo torturé durante una hora (...), lo apuñalé, lo maté y lo corté en pedazos", afirma Simpson, que después metió los restos en un cubo de basura y les prendió fuego.
La mujer, detenida la semana pasada y a la espera de ser juzgada, dice que lo único que lamenta es que no podrá volver a hacerlo ni podrá criar a sus hijos. "Creo que me condenarán a la pena capital", añade Simpson, quien responde con un "quizá" cuando le preguntan si se considera una enferma mental.