El Gobierno británico desmiente intereses comerciales en la liberación de Al Megrahi
Escocia liberó Al Megrahi, enfermo terminal de cáncer, por motivos humanitarios. Fue condenado a cadena perpetua por un atentado que costó la vida a 259 personas
El Gobierno británico negó este sábado que la liberación de Abdelbaset Ali al Megrahi, único condenado por el atentado de Lockerbie en 1988, tuviera relación con unos acuerdos comerciales entre Libia y Reino Unido, como había insinuado el hijo del presidente Muamar Gadafi, Seif al Islam, en una entrevista a una televisión libia.
Más información
- El Gobierno británico reconoce que la liberación de Al Megrahi fue,"en gran parte", por intereses económicos
- Los informes médicos que permitieron la entrega del terrorista de 'Lockerbie' a Libia, fueron pagados por ese país
- El único condenado por el atentado de Lockerbie llega a Libia
- El condenado por la muerte de 270 personas en el atentado de Lockerbie podría quedar en libertad
- El Gobierno escocés autoriza el traslado a Libia del único acusado del atentado de Lockerbie
- "El Corán es un libro deprimente": Sebastián Faulks
Al Islam aseveró que el caso se discutió durante unas conversaciones sobre compra-venta de gas y petróleo, algo que negó categóricamente el Ministerio de Asuntos Exteriores británico. El hijo de Gadafi explicó que el ex primer ministro Tony Blair había sacado a relucir la cuestión en numerosas ocasiones. "En todos los contratos comerciales de petróleo y gas con Reino Unido, (Megrahi) siempre estuvo en la mesa de negociaciones", dijo.
No obstante, Londres insistió en que el Gobierno central no había intervenido en esta decisión, y que la salida de prisión de Al Megrahi sólo se decidió teniendo en cuenta cuestiones legales, en informaciones de la BBC recogidas por Europa Press.
El Gobierno escocés liberó Al Megrahi, de 57 años, y enfermo terminal de cáncer, por motivos humanitarios. El libio fue condenado a cadena perpetua en 2001 por su participación en un atentado contra un avión de la Pan Am que estalló en pleno vuelo el 21 de diciembre de 1988, cobrándose la vida de las 259 personas que llevaba a bordo.