Desarticulada una red que introducía droga en España en los carritos de bebés
Ocultaban la cocaína en tabletas de chocolate y el hachís bajo el colchón de los carritos de los niños, que pasaban dormidos por las aduanas
La Guardia Civil ha desarticulado una red dedicada al tráfico de drogas y de vehículos robados en la Costa del Sol. Uno de estos grupos utilizaba bebés recién nacidos para esconder la droga bajo el colchón de los carritos de los niños, que pasaban dormidos por las aduanas. Otra célula de la organización introducía cocaína oculta en tabletas de chocolate comestible. Han sido detenidas 21 personas, entre ellos ocho españoles, y han sido imputadas por los mismos hechos 13 personas de distintas nacionalidades.
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Las investigaciones comenzaron a principios de 2008 a partir de analizar datos pertenecientes a otra operación que apuntaban a la existencia de un grupo organizado dedicado al tráfico de hachís en Málaga, Cádiz y Ceuta, la organización estaba compuesta por tres células independientes compuestas por varias personas, con funciones diferenciadas.
Uno de estos grupos utilizaba bebés recién nacidos o de pocos meses y, para evitar ser detectados, escondían la droga bajo el colchón de los carritos de los niños, que pasaban dormidos por las aduanas. Una vez introducida la droga en nuestro país, acondicionaban dobles fondos en vehículos sustraídos para trasladar posteriormente la droga hasta Francia.
Cocaína en tabletas de chocolate
Otra célula de la organización se dedicaba a ntroducir cocaína en tabletas de chocolate comestible, mediante su envío en paquetes postales, usando a otros miembros de la organización para que recogieran los paquetes. De esta manera evitaban el riesgo de ser sorprendidos con los paquetes de droga al intentar cruzar por los controles de los aeropuertos.
Varios miembros apoyaban al resto de la organización obteniendo los materiales requeridos y atendiendo a sus necesidades, tanto de medios materiales como humanos. Otro de los grupos se dedicaba al robo de vehículos o la recepción de vehículos robados que, tras ser maquillados, eran trasladados a Ceuta y desde allí, intentaban introducirlos en Marruecos. En algunas ocasiones, desmontaban totalmente los vehículos para introducirlos como piezas de desguace o de segunda mano.
