El misterioso caso de los espías franceses salta a la literatura
Después de siete años, unos apuntes del ex cabeza del servicio secreto francés, podrían esclarecer los hechos
El periodista Carles Quilez publicará en diciembre en versión español su novela "La solitud de Patricia", basada en la historia de los dos espías franceses que fueron detenidos en 2002 en territorio español con una sofisticada arma. Pero el caso no ha sido resuelto hasta la fecha.
Quilez además de novelar el final de esta historia, que a la fecha está pendiente de resolver, cuestiona muchos cabos sueltos como la relación del entonces Ministro del Interior, Mariano Rajoy, y los altos mandos policiales con el caso.
"Eran como un comando Alfa, con licencia para hacer lo que sea. Nadie ha sabido para qué o quiénes eran esas armas", señala.
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En una entrevista en Hoy por Hoy, el periodista rememora aquellas ocasiones en las que intentó buscar información pero que encontró las puertas cerradas al tratarse de un caso "de seguridad nacional" a cargo de altos mandos policiales y la diplomacia francesa.
"El final en la novela me lo he tenido que inventar porque, como sabemos, en la vida real esta historia no tiene final", aclara.
Los hechos
En 2002, dos espias franceses entraron en España con una sofisticada arma de mira telescópica con el supuesto objetivo de una prueba de simulación. Christian Piazzole y Richard Pérez fueron detenidos por los Mossos en Manresa. Los dos espías fueron encarcelados y procesados por depósito de armas de guerra y se enfrentaban a pasar siete años en la cárcel. Las autoridades francesas y un mando policial se trasladaron a Barcelona hasta que lograr su liberación, en los ochos meses que permanecieron detenidos,con el compromiso de que se presentarían el día del juicio. La vista, fijada para el 4 de marzo del 2004, nunca se celebró porque los dos acusados no se presentaron. Entonces, la Audiencia de Barcelona dictó una orden internacional de búsqueda y captura. El caso nunca llegó a esclarecerse y menos los motivos de ambos espías
Una luz, después de siete años
El pasado fin de semana el periodico francés Libération ha hecho públicas unas notas del exresponsable de los servicios secretos franceses general Philippe Rondot, que empiezan a dar algunas pistas para esclarecer este caso misterioso.
Rondot era la persona que acompañaba al alto cargo de la Guardia Civil que presionó a las autoridades, que entonces llevaban el caso, para que ambos espías franceses fueran liberados. Además había dado su palabra de que estarían presentes en el juicio, cosa que al final no sucedió.
Según el rotativo, la Policía francesa requisó, hace unas semanas, unos cuadernos de la casa del Rondot, por otro caso de espionaje. En este cuaderno aparecen apuntes sobre la colaboración de los servicios secretos franceses con la CIA, tras los atentados del 11 - S, donde, al aprecer, los dos espías tenían una misión secreta en España para detener a supuestos terroristas.
Carles Quilez en Hoy por Hoy
15:18
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