Rusia, satisfecha con el informe que culpa a Georgia del conflicto que las enfrentó en 2008
La investigación encargada por los Veintisiete sobre las causas de la guerra concluye que Georgia inició el conflicto al asaltar Osetia del Sur
Satisfacción en Rusia por el informe independiente, financiado por la Unión Europea, sobre la guerra entre Rusia y Georgia en agosto de 2008. Según el estudio, fue Georgia la que inició el conflicto en la noche del 7 al 8 de agosto del pasado año al asaltar Osetia del Sur, aunque considera también que Rusia contribuyó a crear la situación que condujo al estallido del enfrentamiento armado.
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La culpa fue de Georgia, pero el informe matiza que la guerra fue "el punto culminante de un largo periodo de crecientes tensiones y provocaciones" alimentadas en gran parte por la otra cara de la moneda, Rusia. Sin embargo, fue ese asalto a Osetia del Sur por parte de las fuerzas armadas georgianas "el inicio del gran conflicto armado en Georgia". Donde hubo fuego, cenizas quedan y, en el caso de la región fronteriza entre Georgia y Rusia lñas cenizas están candentes. El documento advierte de que el riesgo a nuevos enfrentamientos "sigue siendo serio" y que Georgia, Rusia y Osetia del Sur violaron las leyes internacionales de carácter humanitario durante los cinco días que duró la guerra.
¿Cómo evitar que el fuego vuelva a avivarse? El informe no establece ninguna ''hoja de ruta'' para encontrar una solución rápida al conflicto. Casi mil páginas, tres volúmenes y casi 400 páginas de análisis jurídicos, militares e históricos no han conseguido detallar la salida al contencioso que enfrenta a Moscú con Tiblisi.
"El conflicto en Georgia no era solamente un problema a escala local o regional. También amenazó las relaciones Este-Oeste y especialmente el conjunto de la arquitectura de seguridad europea desarrollada a partir de de los años setenta con el acta de Helsinki de 1975 o la Carta de Seguridad europea de Estambul de 1999", agrega la diplomática suiza Heidi Tagliavini al diario suizo 'Le Temps'.
De ahí la importancia de arreglar el conflicto, porque va más allá de sus propias fronteras. Por ello, la diplomática suiza cree necesario "estabilizar" la situación en la zona del conflicto y garantizar el mantenimiento absoluto de "reglas sobre las relaciones civilizadas" entre Estados, sobre todo el respeto de la soberanía, la integridad territorial y el no uso de la fuerza armada.