La piel controla la autoconciencia de los latidos
Según un estudio de la Universidad de California, una red de regiones del cerebro relacionada con la piel está vinculada con estímulos internos como los latidos del corazón
Un estudio de la Universidad de California en Los Ángeles desvela el mecanismo neural por el que sentimos los estímulos que se originan dentro del organismo humano, como el latido cardiaco. El estudio, que se publica en la edición digital de la revista ''Nature Neuroscience'', muestra que las estructuras neurales de la piel controlan estas sensaciones orgánicas.
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Estudios previos de imágenes cerebrales han mostrado la importancia crítica de una red de regiones del cerebro en lo que se refiere a la sensibilidad de los estímulos internos como el latido del corazón. Dos de estas regiones son la corteza insular, un área profunda del cerebro que participa en la homeostasis del organismo, y la corteza cingulada anterior, una región que regula las funciones automáticas como la presión sanguínea y la tasa cardiaca. Estas regiones cerebrales también participan en el procesamiento de la emoción y en otras funciones cognitivas.
Los científicos, dirigidos por Sahib Khalsa, informan de que un paciente que había sufrido daños en su corteza insular y la corteza cingulada anterior sorprendentemente podía aún sentir un aumento en su latido cardiaco cuando se le proporcionaba un fármaco que aumentaba la tasa de sus latidos. Sin embargo, cuando se aplicó un anestésico tópico a su pecho el paciente no pudo seguir sintiendo el cambio en la tasa de latidos.
El estudio sugiere que las estructuras neurales que inervan la piel son capaces de controlar de forma independiente la conciencia del latido y que además la corteza insular y la corteza cingulada anterior no son necesarias para este tipo de conciencia.