El Real Madrid prolongó su idilio un año más en su visita al vecino Atlético de Madrid (2-3), donde obtuvo una sufrida victoria gracias a los tantos de Kaká, Marcelo e Higuaín, y sobre todo a la destacada actuación de Casillas, que salvó a los merengues en el tiempo de descuento cuando los colchoneros recortaron distancias merced a Forlán y Agüero en dos minutos Con un Vicente Calderón de lujo y con Agüero y Raúl en el banquillo, el partido comenzó con imprecisiones por parte de ambos conjuntos, pero, como viene siendo habitual en los derbis de los últimos años, el gol no tardaría en llegar. Una jugada desde la banda derecha blanca, comenzada por un pitado Sergio Ramos muy criticado por la grada rojiblanca por una fea entrada en el mediocampo, sirvió para que Kaká se aprovechara de un error de Cléber Santana y batiera la meta defendida por Segio Asenjo con un potente disparo desde fuera del área. A partir del gol, el Atlético de Madrid se echó tímidamente para el ataque, pero sin frenar la salida de balón madridista y basándose con balones altos buscando a Forlán que se veía superado por Pepe y por Garay. El argentino sustituía a Raúl Albiol después de que el Comité de Disciplina no le concediera la suspensión cautelar por su expulsión frente al Getafe. A pesar de la tímida arreona atlética, el Real Madrid, con una gran movilidad tanto de Benzema como de Kaká o Higuaín, creaba peligro cada vez que pasaba del centro del campo debido a una floja defensa colchonera. Y en el minuto 24, Marcelo consiguió el segundo gol para los de Manuel Pellegrini tras un gran pase de Karim Benzema. El brasileño, sin apenas ángulo, sorprendió al ex del Valladolid para comenzar a poner tierra de por medio en el Calderón. Por su parte, el delantero francés Karim Benzema cuajó una buena actuación dando muestras de su gran movilidad y, sacando a la defensa del área, gozó de una buena ocasión que desbarató Asenjo con una soberbia parada de balonmano. Ya con goles en contra, Quique Sánchez Flores, que debutaba en Liga en la Ribera del Manzanares, ante la crítica situación del partido mandó rápidamente a calentar a Maxi y al Kun Agüero, que finalmente no salió de inicio tras la sobrecarga sufrida en el partido de «Champions» frente al Chelsea, donde anotó los dos goles rojiblancos. A pesar de la diferencia en el marcador, el Atlético gozó de varias ocasiones para perforar la meta de un Casillas desaparecido por medio de un remate de Forlán al poste y un «»mano a mano«» de Simao que desbarató el guardamente internacional dando muestras de su infinita valía a pesar de las críticas recibidas en jornadas anteriores. Tras la reanudación, el partido se volvió mucho más bronco con una gran cantidad de faltas que impedían la práctica del fútbol. Esta práctica es la que, una jornada más, demostró el galo Lass Diarra que se hizo dueño del mediocampo agotando con una presión incesante la salida del balón atlética. A pesar de las entradas del Kun y de Maxi en sustitución de Jurado y de Reyes, el conjunto colchonero fue incapaz de crear peligro en el área de Casillas. Todo lo contrario que el Real Madrid que, cada vez que llegó llevaba el pánico a la zaga atlética y en esta ocasión fue Perea el que hizo que Higuaín se aprovechara de un error del colombiano para firmar la sentencia con un tercer gol. Con este tanto, el Real Madrid comenzó a controlar tranquilamente la posesión a pesar de la expulsión de Sergio Ramos por una entrada sobre Agüero cuando éste se marchaba solo hacia el área blanco. Además, Pellegrini recibió en su ojo un objeto caído desde la grada que impactó en el técnico chileno tras el gol del «Pipita», pero la cosa no fue a más. Con un jugador más, el Atlético se fue al ataque a la desesperada y dos ataques consecutivos llevaron a los goles de Diego Forlán y del «Kun» Agüero que aprovecharon sendas jugadas para poner la emoción que necesita un choque de esta envergadura aunque finalmente fueron insuficientes para lograr la remontada a pesar de gozar dos oportunidades de Simao y Forlán. Con esta victoria, el Real Madrid sigue segundo a un punto del Barcelona antes de recibir al Alcorcón en la vuelta de los dieciseisavos de la final donde se juegan el pase después de la contundente derrota en Santo Domingo. Por su parte, el Atlético de Madrid continúa una semana más en puestos de un descenso y, de no cambiar demasiado las cosas, el conjunto colchonero tiene que lavar mucho su imagen para ir escalando posiciones. El Atlético no perdía en casa desde el 5 de abril cuando cayó 2-4 frente a Osasuna. Desde la fecha, el conjunto rojiblanco llevaba nueve partidos en Liga y tres enfrentamientos europeos sin conocer la derrota.