Sociedad

El caso Alakrana acentúa las rivalidades entre De la Vega y Chacón

La relación entre la ministra de Defensa y la vicepresidenta primera del Gobierno está marcada por la desconfianza prolongada en el tiempo

La ministra de Defensa y la vicepresidenta primera del Gobierno durante una de las reuniones de la comisión creada para seguir el secuestro del atunero Alakrana (10/11/2009)(Reuters)

El caso Alakrana acentúa las rivalidades entre De la Vega y Chacón. La relación entre ambas pasa, según fuentes gubernamentales consultadas por la SER, por un momento tenso marcado por los desaires y la desconfianza prolongados en el tiempo. Tanto la ministra de Defensa como la vicepresidenta primera del Gobierno se han puesto en contacto personal con la Cadena SER y han negado esta información.

La tensión entre dos de las mujeres fuertes del Gobierno Zapatero se ha acentuado durante la gestión del secuestro del Alakrana pero viene de lejos, de cuando el nombre de la catalana sonaba para sustituir a De La Vega como número dos del gobierno.

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En el ministerio de Defensa están muy molestos por el trato que vicepresidencia primera le da a la ministra Chacón. Incluso se han quejado formalmente de la excesiva presencia parlamentaria a la que se la obliga desde la secretaria de Estado para la relación con las Cortes. A Chacón, dicen estas fuentes, se le ha obligado a dar explicaciones muy por encima de las que se le exigen a cualquier otro ministro. Mientras a otros miembros del gobierno se les aplazan comparecencias solicitadas por la oposición o son sustituidos por cargos intermedios, las solicitudes de comparecencia dirigidas a Chacón por parte de la oposición parlamentaria siempre encuentran luz verde. Hay quien piensa en ese gabinete que De la Vega intenta desgastar a Chacón.

El relevo del director del CNI fue otro de los momentos que marcaron un calendario con demasiadas cuentas pendientes según fuentes de varios ministerios consultadas por la SER. En aquel momento desde Moncloa se apostó por el militar del que Chacón había prescindido como JEMAD. Felix Sanz pasó así de ser un ex del staff de Chacón al responsable de un departamento que aunque orgánicamente depende de defensa de facto está controlado por la vicepresidencia primera del gobierno.

La gestión del Alakrana ha vuelto a poner de manifiesto las diferencias entre vicepresidenta y ministra de Defensa. Sus discrepancias sobre la detención de los piratas y el lío jurídico que esto ha generado ha sido prácticamente pública al igual que los reproches que desde sus gabinetes se han lanzado culpando de los errores a la parte contraria.

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