Internacional

Honduras celebra elecciones en medio de una gran confusión internacional por su legitimidad

El país celebra unos comicios sumida en una grave crisis política después de que Roberto Micheletti apartara del cargo a Manuel Zelaya mediante un golpe militar

Cerca de 4,6 millones de hondureños están convocados a las urnas para participar en unos comicios que han dividido a la población y a la comunidad internacional que se debate entre reconocer la legalidad de los mismos o, directamente, rechazar los resultados. El golpe de Estado del 28 de junio sigue vigente y con él, el presidente ilegítimo, Roberto Micheletti. El depuesto, Manuel Zelaya, permanece refugiado en la embajada brasileña de Tegucigalpa. Además, ningún organismo internacional ha enviado observadores porque consideran que las votaciones no son legítimas.

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En las calles de las principales ciudades de Honduras se pueden ver carteles y pancartas que, o bien llaman a votar, o bien a quedarse en casa y apoyar así al derrocado mandatario Manuel Zelaya en un intento por debilitar las elecciones, las primeras que contarán con una escasa presencia de observadores internacionales.

Esta es también la primera vez en la que los comicios en Honduras se realizan sin tener al frente a un presidente. El mandatario interino, Roberto Micheletti, decidió separarse temporalmente del cargo el pasado miércoles para abrir a los hondureños "un espacio de reflexión" y evitar cualquier confrontación.

Según lo anunciado, podría retomar la presidencia el próximo dos de diciembre, día en que el Congreso Nacional hondureño someterá a votación la pertinencia de restituir o no a Zelaya en el cargo, en el marco de lo establecido en el acuerdo Tegucigalpa/San José firmado por ambas partes a finales de octubre.

Zelaya ha llamado a ignorar los resultados de las elecciones que se celebran con un "Gobierno golpista". Señala que para que unos comicios tengan legitimidad tendría que regresar al poder y entregar el mandato el próximo 27 de enero a quien, según él, debería ser su sucesor y no a Micheletti.

Los hondureños elegirán un total de 2.897 cargos entre los que se incluyen el presidente, vicepresidente, diputados al Parlamento Centroamericano (Parlacen) y 128 legisladores al Congreso Nacional. Además de 298 representantes de gobiernos municipales (alcaldes, vicealcaldes y regidores).

El PP envía una delegación para supervisar las elecciones

El Partido Popular ha enviado una delegación a Honduras para supervisar las elecciones. Los socialistas aseguran que el PP ha roto así el consenso internacional ya que ningún organismo (ni Naciones Unidas, ni la Organización de Estados Americanos, ni el Parlamento Europeo) ha enviado observadores para no avalar con su presencia la legitimidad de unos comicios que se celebran en medio de un golpe militar.

El eurodiputado popular, Carlos Iturgáiz, asegura en declaraciones a la SER que "no es el momento de aislar a Honduras, como quiere Zapatero y Moratinos" sino que necesita más que nunca el apoyo internacional. Según Iturgáiz, detrás del presidente depuesto, Manuel Zelaya, está Hugo Chávez que "querie colocar a sus peones en Latinoamérica, como ha hecho en Nicaragua, Ecuador y Bolivia, y como quería hacer también en Honduras" para hacer una política que "sólo pase por lo que quiera el dictador o caudillo venezolano".

Desde el PSOE no se entiende qué están haciendo los parlamentarios populares en Tegucigalpa. El europarlamentario Luis Yánez asegura que no es una misión electoral ya que no cumple con las condiciones del Parlamento Europeo. A su juicio, la presencia de los populares "es un error" y que es una manera "de avalar las consecuencias del golpe de Estado del 28 de junio".