Obama insta a los bancos a que concedan préstamos
Tras el rescate a los bancos, el presidente norteamericano quiere que el dinero llegue a las empresas
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha instado este lunes a los principales bancos estadounidenses a que ayuden a salir de la crisis, presten más dinero y respalden las medidas económicas.
"Dadas las dificultades que los empresarios están teniendo porque han caído los préstamos, y dada la ayuda excepcional que recibieron los bancos para salir de tiempos difíciles, esperamos que exploren todas las vías responsables para ayudar a que la economía se mueva de nuevo", dijo Obama.
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Después de hablar en la Casa Blanca ante una docena de directivos de las principales entidades financieras, Obama dijo que, habiéndose beneficiado de los rescates de los contribuyentes, les debían "un compromiso extraordinario" para ayudar a reconstruir la economía.
El presidente ha precisado que eso significa encontrar maneras de ayudar a las pequeñas y medianas empresas a conseguir los préstamos que necesitan. Obama dijo que estaba recibiendo cartas de pequeñas empresas que reclaman por no poder acceder a los créditos.
Los préstamos para las empresas estadounidenses se derrumbaron desde que comenzó la crisis financiera, desde un máximo de 1,65 billones de dólares en octubre del 2008, a cerca de 1,35 billones de dólares a comienzos de este mes.
Los banqueros prometieron expandir el crédito para pequeñas y medianas empresas, e insistieron en que respaldarán la reforma reguladora. Tras haber criticado a los "banqueros opulentos" que se benefician de grandes bonus, Obama dijo que había transmitido a los directivos que no tiene intención de permitir que los que quieren sabotear la reforma financiera consigan su propósito.
"Si ellos están deseosos de combatir las protecciones del sentido común para el consumidor, esa es una lucha que yo quiero tener", dijo Obama.
Citigroup anunció este lunes un plan para pagar el dinero que le debe al Gobierno, lo que le permitirá escapar de las restricciones sobre los pagos a ejecutivos, y es una señal de la incomodidad de las grandes entidades financieras como receptores de fondos de ayuda de los contribuyentes.
La Casa Blanca ha profundizado su retórica contra el sector financiero en las últimas semanas y ha buscado distanciarse de las acusaciones de que está demasiado cerca de Wall Street, tras recibir críticas por su programa de rescate financiero de 700.000 millones de dólares.
La reunión en el salón Roosevelt de la Casa Blanca duró una hora y media, mucho más de lo que se esperaba. Tres de los 12 ejecutivos que debían asistir a la reunión -Lloyd Blankfein, presidente y presidente ejecutivo de Goldman Sachs; John Mack, presidente y presidente ejecutivo de Morgan Stanley; y Dick Parsons, director de Citigroup- no acudieron sino que participaron por vía telefónica, porque su vuelo fue cancelado debido al mal tiempo.