El seísmo también acaba con la incipiente clase media de Haití
Catorce días después del seísmo más de 200.000 familias como la de Harold siguen durmiendo a la intemperie
Han pasado dos semanas desde que el terremoto abrió en canal la tierra de Haití y a pesar del aluvión de ayuda internacional, hay familias que siguen sin recibirla. Madame Aonagui nos presenta a sus dos hijas, Aolan y Wendy, de 13 y 11 años y nos dice que sigue traumatizada. "Es verdaderamente duro, no puedo entrar ni en casa. Estamos muy mal. No se puede respirar, porque hay muertos arriba. Hay demasiados".
"Mi marido ha perdido a su padre y a su madre, y hasta ahora no hemos podido ni enterrarlos, porque están bajo los escombros. No tenemos agua ni comida. Es muy difícil para los niños también".
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Harold, el padre de familia es ingeniero, y pertenecía a la incipiente clase media haitiana. Ahora es uno más del millón de personas en Haití que se han quedado sin hogar. "La situación en Haití es extremadamente difícil. Esperamos que la comunidad internacional llegue en nuestra ayuda para darnos comida, a fin de que el hambre no nos mate. No tenemos agua ni comida".
Catorce días después del seísmo más de 200.000 familias como la de Harold siguen durmiendo a la intemperie y en su caso, esperando a que les llegue algo de ayuda. Si que pasan algunos marines, pero de patrulla. Nada de ayuda humanitaria, al menos por esta zona de Nuasón.