Internacional

Las ONG' s alertan de que 37.000 haitianas embarazadas corren peligro

Las pésimas condiciones del sistema sanitario en las zonas devastadas por el terremoto del pasado día 12 dificultan la atención a las mujeres

Casi el 75% de las muertes en embarazadas se producen por hemorragias, infecciones, abortos espontáneos, partos prolongados o difíciles y desórdenes de hipertensión. Todo ello pone en grave riesgo la vida de cerca de 37.000 haitianas embarazadas y de sus bebés. Las pésimas condiciones del sistema sanitario en las zonas devastadas por el terremoto del pasado día 12, impiden prestar la atención que requieren, según ha señalado el Comité de Emergencia para Desastres (DEC, por sus siglas en inglés).

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Al menos 10.000 de estas mujeres necesitarán atención para el parto durante los próximos meses. De ellas, unas 1.500 necesitarán cuidados especiales por las duras condiciones en las que tendrán que dar a luz, según estimaciones de DEC, una red formada por varias ONG internacionales como Save the Children o CARE.

Antes del terremoto, las mujeres haitianas ya se enfrentaban a la tasa de mortalidad materna más alta de todo la región: una de cada 44 haitianas mueren durante el embarazo o en las horas posteriores al alumbramiento, mientras que en países desarrollados, como Reino Unido, sólo una de cada 8.200 mujeres pierde la vida por complicacionadas relacionadas con el embarazo.

Tras el desastre, el peligro al que se enfrentan las mujeres embarazadas de Haití "es mucho mayor", señaló DEC. Pero también para los neonatos, cuya vulnerabilidad en las primeras 24 horas de vida es muy alta en las condiciones sanitarias actuales del país caribeño.

"Los hospitales y las clínicas quedaron destruidas por el terremoto, y aquellas que siguen en pie están masificadas, tienen carencias de personal y no cuentan con medicamentos ni medicinas. Las mujeres van a tener que dar a luz en campamentos en los que nadie las va a poder ayudar si las cosas van mal", ha señalado el asesor de Save The Children en Haití, Jon Bugge.