El Sevilla es favorito para pasar ante el CSKA
Los de Jiménez tienen en contra el césped artificial y las gélidas temperaturas
El Sevilla encara el miércoles ante el CSKA en Moscú la ida de octavos de final de la Liga de Campeones, en la que el equipo que dirige Manolo Jiménez parte como favorito ante un rival que se encuentra en plena pretemporada y cuyo potencial futbolístico, aunque considerable, es inferior al de los blanquirrojos, aunque contará a su favor con el césped artificial y las gélidas temperaturas en la capital rusa.
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De hecho, el cuadro sevillista tiene en la Copa del Rey, para cuya final ya se ha clasificado, el gran objetivo de la presente campaña, aunque el equipo es consciente de que la fortuna le ha vuelto a sonreír en el sorteo de esta ronda europea y tiene ante sí la posibilidad de acceder, por primera vez en la historia del club, a los cuartos de final de la ''Champions''.
Además, el momento en el que llega este enfrentamiento parece óptimo para los hispalenses, que se han consolidado en la cuarta plaza liguera. No obstante, Jiménez tendrá dos bajas sensibles, ya que Diego Capel y Luis Fabiano están lesionados, algo que puede propiciar un esquema en el que Negredo sea el único delantero, con Renato de mediapunta.
Los rusos llegan a este choque en la ''pausa boreal'' que cada año fuerza el invierno en su competición doméstica, en la que quedó quinto el año pasado. En la anterior fase de la competición continental se clasificaron como segundos del Grupo B, con 10 puntos, 3 por detrás del líder, el Manchester United.
El CSKA es un equipo históricamente ligado al Ejército Rojo, pero ha mantenido su hegemonía tras la extinción de la URSS, con tres títulos de la Liga Premier de su país, el último de ellos, ganado en 2006, además de la Copa de la UEFA de 2005, que le convirtió en el primer club ruso en obtener un título europeo.
Dirigido actualmente por Leonid Slutsky, que ocupa el cargo en el que fue cesado en octubre el ex técnico sevillista Juande Ramos, el rival del Sevilla juega habitualmente con un esquema de 4-2-3-1. Los moscovitas tienen disponible a toda su plantilla, que se ha reforzado, a golpe de talonario, con el delantero japonés Keisuke Honda, el defensa Kiril Nababkin y el meta Serguéi Chepchugov.
Sin embargo, los nombres propios a seguir son los del volante ofensivo Alan Dzagoev -que es duda por un problema muscular-, un jugador hábil técnicamente y que puede ser letal a balón parado; el serbio Milos Krasic, capaz, por sí sólo de abrir huecos en el equipo rival, sin olvidar al mediapunta y ex bético Mark González, ya repuesto de una lesión, y el delantero brasileño Guilherme.
La defensa, es, sin embargo, el punto débil de los eslavos, aunque, en esta ocasión, recuperarán a los centrales Berezutski e Ignashevish, que han cumplido recientemente un partido de sanción, tras no acudir a un control antidopaje.
