Un juez norirlandés dará a conocer la sentencia definitiva sobre la extradición de De Juana
El terrorista recurrirá si se mantiene que el delito de enaltecimiento del terrorismo es susceptible de entregarlo a España
El juez norirlandés que preside el proceso de entrega a España del ex preso de ETA José Ignacio de Juana Chaos a España dará a conocer hoy lunes su decisión definitiva acerca de si el delito de enaltecimiento del terrorismo que le imputa la Audiencia Nacional es susceptible de extradición, después de que el caso quedase visto para sentencia el pasado mes de noviembre.
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La vista, la quinta ya de un proceso que dura casi 16 meses, tendrá lugar a las 13.30 horas (una hora más en la Península) en el Complejo Judicial de Laganside, en Belfast, el mismo el que se ha venido desarrollado desde que el 17 de noviembre de 2008 el ex jefe del 'Comando Madrid' se entregase voluntariamente.
Hace un año, el magistrado Tom Burgess ya había determinado que la acusación de la Justicia española sería considerada delito en virtud de la Ley Antiterrorista británica, promulgada en 2006.
El juez Eloy Velasco considera que la frase "Aurrera bolie" ("Adelante la pelota"), leída supuestamente en nombre de De Juana en agosto de 2008 en un acto de homenaje en San Sebastián, representa una ofensa de enaltecimiento del terrorismo, puesto que invocaría el lema que el fallecido dirigente etarra Domingo Iturbe 'Txomin' empleaba para apelar al mantenimiento de la lucha armada para lograr la independencia del País Vasco.
Para Burgess, la imputación "es un delito extraditable", a partir de la normativa que rige en la materia en las islas, promulgada en 2003. No obstante, para evitar la entrega a España, la Defensa alegó el estrés que sufre el ex preso como consecuencia de los malos tratos sufridos en sus 21 años en la cárcel, 18 de los cuales correspondieron a los 3.000 a los que había sido condenado por 25 asesinatos durante su pertenencia a la banda.
Posible huelga de hambre
Al respecto, ha advertido de que, si es extraditado, De Juana podría volver a ponerse en huelga de hambre, con riesgo de muerte, como ya había procedido cuando había sido acusado por artículos considerados amenazantes. En la vista celebrada en noviembre, un psiquiatra británico convocado por su equipo legal declaró que el reo sufre estrés post-traumático, depresión y agotamiento.
Sin embargo, el fiscal de la Corona, que actúa en nombre de la Justicia española, calificó el argumento de chantaje, a pesar de que el forense, Adrian Grounds, subrayó que su declaración era imparcial y que no aspiraba a defender al terrorista.
Además, su abogado, Edward Fitzgerald, ha insistido en las tres vistas en las que ha tomado parte en que la incriminación se basa en publicaciones de prensa y, de hecho, el propio implicado niega ser el autor de la carta.
Una intensa 'guerra'
Aún así, el magistrado español ya ha dejado patente que no autorizaría la condicional, a pesar de que, desde su entrega en noviembre de 2008, De Juana ha residido en Belfast en régimen de libertad vigilada, con la restricción de movimientos decretada al inicio del proceso, en la que se incluye un toque de queda, presentarse regularmente en Comisaría, estar en la residencia en la que habita siempre que se presente la Policía y la prohibición de abandonar Irlanda del Norte. Además, se le ha retirado el DNI.
En cualquier caso, en noviembre, el psiquiatra llegó a reconocer en respuesta a la Fiscalía que no hay bases para concluir que en España no recibiría la asistencia médica adecuada, si bien dijo no tener dudas de la veracidad de las supuestas torturas que De Juana denuncia desde su detención en 1987. Aparte, sus abogados sostienen que el proceso está viciado, puesto que prejuzga al ex preso y se violan sus derechos fundamentales.
El juez Tom Burgess ha estudiado estas alegaciones desde noviembre y, finalmente, dará hoy lunes a conocer su decisión defintiva. En caso de que mantenga el criterio expuesto hace un año, De Juana tendría la oportunidad de recurrir a la Corte de Apelaciones del Alto Tribunal (High Court) de Belfast y, de toparse con una nueva negativa, acudiría a la Cámara de los Lores, la más alta instancia judicial de Reino Unido