El Tribunal Supremo cita a Garzón como imputado el 15 de abril por sus cobros en Nueva York
El instructor de esta causa, el magistrado Manuel Marchena, le cita como imputado de los presuntos delitos de prevaricación y cohecho
El Tribunal Supremo ha citado al juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón el próximo 15 de abril para interrogarle en calidad de imputado en la causa por los cobros que pudo recibir al organizar unos cursos en la Universidad de Nueva York en 2005 y 2006, que fueron patrocinados por el Banco Santander.
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El instructor de esta causa, el magistrado Manuel Marchena, le cita como imputado de los presuntos delitos de prevaricación y cohecho, según fuentes del Alto Tribunal, que también señalaron que el día 21 se ha llamado a declarar a otras a tres personas cuya comparecencia, en calidad de testigos, había solicitado la acusación popular, que ejercen los abogados Antonio Panea y José Luis Mazón.
Los testigos son María del Mar Bernabé, funcionaria de la Administración de Justicia que acompañó a Garzón como asistente durante su permanencia en Nueva York, donde disfrutaba de un permiso de estudios; Laura Turégano, responsable del Centro Juan Carlos I de la Universidad, que organizó los cursos; y el ex director del centro universitario James D. Fernández.
Fuentes próximas al Consejo General del Poder Judicial consultadas por la Cadena SER subrayan que es un trámite procesal "lógico, sin mayores consecuencias y que por tanto no afecta a su continuidad como magistrado de la Audiencia Nacional".
Cualquier decisión de carácter disciplinario que hubiera de tomarse se haría, únicamente, en el supuesto de que Garzón fuera procesado. Esto es el paso lógico que hay que dar después de que el Supremo admitiera a trámite esta querella contra Garzón: la declaración en calidad de imputado del presunto responsable del hecho delictivo. Después, el instructor decidirá si archiva la querella o si, por el contrario, estas declaraciones refuerzan la idea de que la causa debe seguir adelante.
Esto afecta al futuro del magistrado en la medida en que el asunto sigue vivo y que su suspensión depende de que la fase de investigación que se sigue en las tres querellas que se han presentado contra él termine con un auto de apertura de juicio oral. En ese momento, se le suspendería de funciones. Aunque un sector del Consejo Genral del Poder Judicial apuesta porque no se espere tanto y que el magistrado sea suspendido de funciones de forma inmediata porque nunca antes un juez de la Audiencia Nacional había tenido abiertas tres querellas en el Tribunal Supremo.
