El acuerdo para la reforma laboral, más cerca

El Gobierno presenta un documento a empresarios y sindicatos este lunes con contenidos más concretos en materia de incentivos, apoyo a los jóvenes y reducción de jornada. Otros contenidos más polémicos (como cambiar las formas de contratación) están recogidos de manera más vaga.

El Gobierno mantiene su calendario sobre la reforma laboral: quiere un acuerdo global, alcanzado por el ejecutivo, los empresarios y los sindicatos, antes de final de mes. Con ese propósito, lleva este lunes a la mesa de negociaciones un nuevo texto, más concreto que el que dio inicio al proceso el pasado 5 de febrero.

El documento, en todo caso, es más preciso en los aspectos en los que hay más acuerdo entre las partes. Es el caso de los incentivos a la contratación, las medidas a favor de la contratación y la formación de los jóvenes y lo relativo a la reducción de jornada.

En todo caso, el ejecutivo ha dejado claro que este texto es un borrador más, abierto y sin carácter definitivo, que sirve para encarar y fijar contenidos de cara a la última fase de la negociación.

Bonificaciones, jóvenes y reducción de jornada

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Según fuentes de la negociación consultadas por la SER, las tres partes están de acuerdo en concentrar las bonificaciones a la contratación en ciertos colectivos: discapacitados, víctimas de la violencia de género, menores de 30 años y parados de larga duración. Además, está previsto que el documento del Gobierno ponga especial énfasis en la contratación de mujeres.

El texto también recogerá un refuerzo de las bonificaciones para la contratación indefinida de jóvenes, y para la conversión de contratos de prácticas, formación y relevo en indefinidos.

Especial atención merece el contrato de formación: según estas fuentes, se estudia ampliarlo de forma que se pueda aplicar a jóvenes de hasta 24 años (ahora llega hasta los 21). Además, se abriría la posibilidad de que los trabajadores con este contrato pudiesen cobrar después la prestación por desempleo.

En materia de políticas activas, se quiere impulsar la figura del orientador laboral específico para menores de 25 años sin estudios básicos, y también cursos de formación que se combinen con prácticas en empresas, para lo que se estudiarían fórmulas con las que compensar a las compañías. Se buscará también la paridad en las políticas activas.

En cuanto a la reducción de jornada, se quiere modificar su regulación para fomentar su uso, y evitar así despidos. En este sentido, quieren introducirse periodos de cómputo más amplios, de forma que la reducción de jornada se pueda distribuir de forma más flexible.

Desacuerdo en algunas medidas

El texto del Gobierno es más vago en las áreas en las que no se ha producido un acercamiento de posturas entre las partes en las últimas semanas. Así, por ejemplo en materia de contratación, se sigue hablando de fomentar la contratación indefinida, y de impulsar los contratos a tiempo parcial con fijación de horario estable. No hay tampoco acuerdo en el papel que deben jugar las agencias privadas de colocación en la intermediación laboral.

Está previsto que el texto del gobierno introduzca también alguna referencia al llamado "modelo austriaco". En ese país, los trabajadores cuentan con un "fondo" en el que las empresas que les contratan aportan dinero, que puede ser utilizado en el momento de quedarse sin empleo o añadido a la pensión cuando llega el momento de jubilación.

Es una de las ideas que se ha estado tratando en las conversaciones del diálogo social, aunque sin profundizar en ella. No se espera que en esta reforma se incluyan aspectos del modelo austríaco, aunque sí se ha señalado desde el ejecutivo que es una idea sobre la que se puede reflexionar de cara a futuros procesos.