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El Papa pide perdón y dice sentirse "avergonzado" ante las víctimas de abusos

El Papa Benedicto XVI se ha entrevistado con ocho personas, todas ellos hombres, víctimas de abusos sexuales cometidos por sacerdotes en Malta

El encuentro tuvo lugar en la capilla de la Nunciatura Apostólica de Rabat y duró alrededor de 20 minutos, durante los que el Papa pudo hablar personalmente con cada uno de ellos.

El encuentro estuvo precedido por "un momento de oración silenciosa y de rodillas", tras el que el Pontífice dedicó a cada una de las víctimas unos minutos en los que "cada uno pudo decir y expresar lo que quería, ya sea en inglés o italiano, según su lengua de preferencia", detalló Lombardi. Al final, también rezaron juntos una oración en maltés, tras la que el Papa les bendijo especialmente.

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El portavoz vaticano aseguró que la atmósfera del encuentro fue "intensa pero muy serena y amistosa", en el que no faltaron "sonrisas". Fueron unos instantes vividos "con conmoción e intensamente pero sin temor ni sentido de opresión".

Previamente, Lombardi destacó que el Papa "se mostró profundamente conmovido por sus historias y expresó su vergüenza y tristeza por el sufrimiento de las víctimas y de sus familias".

"Rezó con ellos y les aseguró que la Iglesia está haciendo, y seguirá haciendo, todo lo que esté en su poder para investigar las acusaciones, para llevar a la justicia a aquellos responsables de los abusos y para aplicar medidas eficaces diseñadas para salvaguardar a los jóvenes en el futuro", añadió Lombardo.

"En el mismo espíritu de su reciente misiva a los católicos de Irlanda, (Benedicto XVI) rezó para que todas las víctimas de abuso experimenten la curación y la reconciliación, para que continúen sus vidas con esperanza renovada", concluyó el portavoz.

"El Papa tenía lágrimas en sus ojos"

El Papa "tenía lágrimas en sus ojos" y "me ha dicho que rezaría por mí", relató Joseph Magro, una de las víctimas de abusos sexuales que este mediodía fue recibido por Benedicto XVI.

"Fue un encuentro muy emocionante. Las víctimas llorábamos, los obispos lloraban y el Papa tenía lágrimas en sus ojos", afirmó Magro en declaraciones a un grupo de periodistas tras reunirse con el Papa.

Magro admitió que los abusos sufridos "siguen siendo algo muy difícil para mí, pero ahora estoy en paz con la Iglesia", afirmó. "El Papa me ha dicho que rezaría por mí", agregó.

 
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