El Papa afirma que la Iglesia "ha sido herida por nuestros pecados"
El Papa Benedicto XVI ha afirmado a los periodistas al comienzo de su viaje apostólico a Malta que la Iglesia "ha sido herida por nuestros pecados"
El viaje, que empezó en medio de un ambiente entusiasta y festivo, se produce en plena polémica por los casos de pedofilia cometidos por sacerdotes católicos en distintos países del mundo. No se descarta que, además de hacer referencia a esta problemática en alguno de sus discursos, el Papa reciba a un grupo de víctimas de sacerdotes pedófilos durante su visita.
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Como es habitual, el Pontífice mantuvo un breve encuentro con la prensa durante el vuelo. Aunque en ningún momento mencionó directamente la palabra "abusos" o "pedofilia", el Papa explicó que el pueblo de Malta ama a la Iglesia, que es el Cuerpo de Cristo, "a pesar de que este Cuerpo ha sido herido por nuestros pecados".
El Papa aterrizó poco antes de las 17.00 horas en el aeropuerto internacional de Malta, donde fue recibido por el presidente de la República, George Abela, su mujer, Margaret, y el presidente de la Conferencia Episcopal de este país, monseñor Paul Cremona.
Las autoridades civiles y religiosas maltesas dieron la bienvenida al Pontífice con una calurosa y solemne ceremonia de bienvenida, tras la que Benedicto XVI pronunció su primer discurso en la isla.
"Es para mi motivo de alegría estar hoy aquí en Malta, entre vosotros", proclamó, definiéndose a sí mismo como un "peregrino" tras las huellas de San Pablo, quien hace 1950 años evangelizó por primera vez la isla, tras sufrir un naufragio cerca de sus costas.
"Alguien podría considerar la llegada de San Pablo a Malta como un simple accidente de la historia", cuando "en realidad, Malta ha sido encrucijada de numerosos grandes eventos", aseguró el Pontífice.
También hoy, "Malta tiene mucho que ofrecer en distintos campos", afirmó. En particular, se refirió a temas como "la tolerancia, la reciprocidad y la inmigración", así como al "válido papel" que este pequeño país juega en "los debates actuales sobre la identidad, la cultura y las políticas europeas".
"Vuestra nación debería seguir defendiendo la indisolubilidad del matrimonio", además de "la verdadera naturaleza de la familia", la defensa "de la sacralidad de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural" o la "libertad religiosa".
Después de la ceremonia de bienvenida, el Pontífice fue conducido en ''Papamóvil'' hasta La Valletta, la capital de Malta. A su paso por las calles de la ciudad, miles de personas salieron a saludarle, agitando banderas de este país, de color blanco y rojo, mezcladas con las del Vaticano, que llevan los colores blanco y amarillo.