Baño de multitudes de Alejandro Sanz en su primera cita en Madrid
Antonio Carmona y La Mala Rodríguez arropan al artista en su puesta de largo de "Paraíso Tour"
Se dejó querer. Se mostró pletórico y dio todo lo mejor durante más de dos horas y cuarto de concierto. Alejandro Sanz regresaba a Madrid con su Paraíso Express a un auditorio repleto hasta la bandera.
El primero de los directos de Madrid -este jueves habrá una nueva oportunidad y después en septiembre- ha sido único. Primero, por el poderío y las ganas que el artista derrochó en el escenario. Para seguir, por el público -algunas fans aguardaban a las puertas desde el domingo, otras desde primeras horas de la mañana- entregado desde Peter Punk hasta el final. Y por supuesto, por sus amigos, muchos en las gradas y dos sobre el escenario.
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Antonio Carmona y La Mala Rodríguez quisieron estar presentes en su primera cita en la capital. Y sobre todo pasará a ser un concierto pionero, porque Alejandro Sanz se ha convertido en el primer artista español en grabar un directo en 3D.
Alejandro supo mantener un gran ritmo a lo largo de todo el espectáculo. Un compás reforzado por la espléndida banda que le acompaña y el escenario con un juego de luces innovador, a veces profundo, a veces etéreo. Los nuevos temas como 'Desde cuando', 'Yo hice llorar hasta los ángeles', 'Lola Soledad' o 'Nuestro amor será leyenda' fueron tan coreados como sus míticos 'Corazón partío', 'Se le apagó la luz', 'Se le apagó la luz' o 'Viviendo deprisa'.
Las sorpresas de la noche tuvieron dos nombres y apellidos. El momento más flamenco junto a Antonio Carmona. Ambos, con guitarra en mano, disfrutando de 'Para que tú no llores'. El momento fusión y urbano lo puso La Mala Rodríguez, que se marcó un rap con el arte que sólo ella sabe expresar en el tema 'Mala'.
Esto sumado al guiño a sus raíces gaditanas y sobre todo el repaso por las etapas de su carrera con canciones más que significativas fueron las principales armas de seducción de este directo. Si bien es cierto que no se puede estar igual de receptivo escuchando un disco a solas, por ejemplo, en un coche en mitad de un atasco, que haciéndolo en casa cómodamente desde el sofá.
Tampoco lo es la experiencia de disfrutar de esa misma música en vivo y en directo, desde un teatro pequeño o realizarlo en un recinto enorme. Como el propio Alejandro Sanz nos dice 'No es lo mismo'. Envidiados aquellos que estuvimos en la puesta de largo de Paraíso Express en el Teatro Compac en octubre. Más que afortunados los que anoche presenciamos el primer concierto que ofrecía el "genio" en Madrid, que al final fue un verdadero ritual de unión.
Y es que Alejandro muestra una nueva dimensión del espectáculo: unión de lo tecnológico con el ritmo, las melodías con los sentimientos, fusionando su arte con lo divino y lo humano y todo ello, con ese lenguaje que es su música y que maneja como si lo que hace, fuera sencillo o simple. Es ahí donde reside el genio y en esos efímeros momentos, porque la música es tiempo pero también espacio, reside el 'Paraíso'. Y Alejandro lo sabe.